La administración estadounidense ha presentado un plan de paz para la Franja de Gaza, estableciendo un plazo de aproximadamente tres a cuatro días para que Hamás responda a sus condiciones. La propuesta exige la desmovilización completa del grupo militante y su exclusión de cualquier papel futuro en el gobierno. El líder estadounidense ha advertido de un desenlace lamentable si la organización no acepta los términos, enfatizando que hay escaso margen para la negociación sobre el marco propuesto.
En respuesta, la organización palestina ha iniciado un proceso de evaluación de la iniciativa. Se están llevando a cabo consultas internas entre sus dirigentes políticos y militares, tanto dentro como fuera del territorio palestino. La agrupación ha comunicado que su respuesta final reflejará la postura colectiva de Hamás y de otros movimientos de resistencia


