El municipio de Tipuani, ubicado en el departamento de La Paz, se encuentra nuevamente sumido en una emergencia, con vastas extensiones de sus barrios anegadas tras un reciente desborde del río que atraviesa la localidad. La población damnificada clama por asistencia, mientras las autoridades gubernamentales señalan a la actividad minera como la causa principal de la catástrofe.
El martes, poco después de las 07:00, el centro urbano fue invadido por las aguas de manera sorpresiva, dejando a muchos residentes sin tiempo para reaccionar. Una mujer relató la rapidez del evento, mencionando que se disponía a llevar a sus hijos al colegio cuando el agua irrumpió, impidiéndole rescatar cualquier pertenencia. Para otros, la situación es una dolorosa repetición; una residente, vista en una fila para recibir alimentos de emergencia, recordó haber perdido su vivienda en una inundación el año anterior y ahora se enfrenta de nuevo a la pérdida total de sus bienes. Otro afectado lamentó la destrucción de su fuente de ingresos, ya que su taller de tornería y dos vehículos quedaron completamente sumergidos, representando una pérdida del cien por cien de su patrimonio. Este incidente marca la tercera inundación para algunos, quienes han quedado con lo puesto.
Imágenes que circulan muestran cómo el agua ha llegado hasta la plaza principal del municipio, obligando a los habitantes a utilizar embarcaciones improvisadas para intentar recuperar objetos de valor entre las calles inundadas.
Desde el Viceministerio de Defensa Civil se informó el miércoles sobre un registro preliminar de aproximadamente 420 familias afectadas, y se espera la declaratoria de desastre municipal para poder canalizar la ayuda humanitaria. Un alto funcionario de esta entidad advirtió sobre el riesgo inminente de desaparición de la comunidad debido a la recurrencia de estos fenómenos, atribuyendo la situación de manera explícita a la explotación minera en la zona.
La autoridad gubernamental instó al alcalde de Tipuani, Fernando Vera, a definir su postura, cuestionando si actuará como líder municipal o como miembro de una cooperativa minera. Se enfatizó que, de no tomar una posición clara, el municipio corre el riesgo de desaparecer, dada la peligrosa magnitud del movimiento de tierras. Se criticó la inacción del alcalde, destacando que este es el cuarto año consecutivo en que la región padece las consecuencias de estas inundaciones. Algunos residentes afectados también han expresado su descontento con la gestión municipal, señalando que el alcalde suele ausentarse cada vez que ocurren estos desastres
