La administración municipal de Tarija ha iniciado un cuarto proceso de licitación para la adquisición de equipos especializados, vehículos de gran porte y herramientas complementarias. Esta iniciativa tiene como propósito fundamental modernizar la capacidad operativa de la Entidad Municipal de Aseo Urbano (EMAT). El nuevo llamado, difundido a través del sistema de contrataciones públicas el 21 de julio de 2025, representa una inversión que supera los 36 millones de bolivianos, posicionándose como una de las iniciativas de equipamiento más significativas emprendidas por la municipalidad.
La adquisición propuesta abarca una docena de vehículos especializados, maquinaria de gran envergadura para la gestión y tratamiento de residuos, y una variedad de equipos de apoyo. El objetivo principal es la renovación integral de la flota vehicular de EMAT y la optimización de los servicios de saneamiento urbano.
Este proceso de compra ha sido convocado en tres ocasiones previas sin que se haya logrado una adjudicación definitiva hasta el momento. La primera licitación, lanzada en diciembre de 2024, fue declarada desierta. Se registró una única oferta, la cual fue descalificada en un breve lapso, lo que generó cuestionamientos sobre la primacía de los requisitos formales frente a la evaluación técnica de la propuesta.
Un segundo proceso, iniciado en marzo de 2025, culminó con la adjudicación a una firma. Sin embargo, esta decisión fue objeto de una impugnación por parte del segundo postor. Consecuentemente, la adjudicación fue anulada por resolución de las autoridades competentes, invalidando el procedimiento. Este episodio levantó interrogantes acerca de la gestión de los recursos, la celeridad en las notificaciones y la disponibilidad de la documentación, afectando la percepción de transparencia y equidad.
Posteriormente, en mayo de 2025, la tercera convocatoria no recibió ninguna propuesta. Este lapso coincidió con una significativa devaluación de la moneda nacional, que llegó a cotizarse en 20 bolivianos por dólar estadounidense. Esta inestabilidad financiera creó un entorno de incertidumbre que dificultó la presentación de ofertas económicamente sostenibles por parte de los potenciales proveedores, siendo la volatilidad del mercado un factor crucial en la ausencia de participación. La cuarta y actual convocatoria establece el 12 de agosto de 2025 como fecha límite para la presentación de propuestas, con la expectativa de que esta vez se concrete finalmente la adquisición de los equipos.
A lo largo de los más de ocho meses transcurridos desde el inicio de este proceso, la municipalidad de Tarija ha sido la principal afectada por las demoras. Las sucesivas dilaciones, producto de descalificaciones, impugnaciones y la ausencia de propuestas, han obligado a EMAT a seguir operando con una flota de vehículos cuya vida útil ha sido ampliamente superada, lo que repercute directamente en la calidad y eficacia del servicio de recolección de residuos. Adicionalmente, el monto de más de 36 millones de bolivianos destinado a este proyecto sufre una depreciación constante debido a la devaluación de la divisa local, mermando el poder de compra de estos fondos públicos. De haberse concretado la adquisición en la primera licitación, los equipos ya estarían prestando servicio a la comunidad.
El historial de convocatorias fallidas, que incluye descalificaciones, impugnaciones y la ausencia de ofertas, subraya la importancia de que actores sociales y empresariales sigan de cerca el desarrollo de esta cuarta etapa. La envergadura de la inversión, su impacto directo en la capacidad operativa de EMAT y los precedentes de los procesos anteriores, sitúan a esta licitación como un punto focal para la supervisión ciudadana
