El primer ministro británico busca modernizar las fuerzas militares y preparar al país para enfrentar amenazas emergentes.
El primer ministro del Reino Unido, Keir Starmer, ha anunciado una ambiciosa estrategia de defensa que busca fortalecer la seguridad nacional ante un panorama internacional cada vez más desafiante. Con un enfoque en la modernización y preparación para el conflicto, el plan incluye importantes inversiones en defensa y nuevas capacidades militares.
El primer ministro del Reino Unido, Keir Starmer, presentó la nueva estrategia de defensa del país en Glasgow, destacando la necesidad de prepararse para el conflicto como la mejor forma de disuadirlo. La revisión estratégica de defensa busca modernizar las fuerzas militares británicas ante un panorama internacional marcado por la guerra en Ucrania, las amenazas cibernéticas y la incertidumbre sobre el compromiso de Estados Unidos con la seguridad europea.

El plan prevé un aumento progresivo del gasto en defensa hasta el 2,5% del PIB en 2027, con la ambición de llegar al 3% en el futuro. Este incremento representaría el mayor desde el fin de la Guerra Fría, con un aumento de unos 13.400 millones de libras al año a partir de 2027. Starmer subrayó la importancia de adaptarse a un mundo más peligroso y volátil que en cualquier otro momento desde la Guerra Fría.

La estrategia incluye la construcción de hasta 12 nuevos submarinos de ataque propulsados por energía nuclear, pero equipados solo con armamento convencional, que reemplazarán a la flota existente a partir de finales de la década de 2030. Además, se destinarán 15.000 millones de libras al programa de armas nucleares del país, con el desarrollo de nuevas ojivas nucleares para los sistemas de ataque de los submarinos Vanguard.

El plan también contempla la construcción de al menos seis nuevas fábricas de municiones, la adquisición de armas de largo alcance de fabricación nacional, el fortalecimiento de la infraestructura submarina y la creación de nuevas unidades de ciberdefensa. Estas medidas buscan hacer frente a amenazas como la agresión rusa y los ciberataques, en un contexto internacional donde las tensiones y la agresividad de Rusia son cada vez más preocupantes.

El esfuerzo de rearme del Reino Unido se produce en un contexto fiscal complejo, con presiones financieras crecientes debido al aumento de la deuda pública y el envejecimiento de la población. Expertos advierten que elevar el gasto militar requerirá recortes en otras áreas o un crecimiento económico sostenido. Los aliados europeos también han expresado críticas, considerando insuficiente el objetivo del 2,5% del PIB para 2027 y respaldando una propuesta de la OTAN para elevarlo al 5% en 2032.
La revisión estratégica de defensa presentada por Keir Starmer refleja la determinación del Reino Unido de adaptarse a un entorno global inestable y volátil. Con un enfoque en la disuasión y la preparación, el país busca fortalecer su posición en un mundo marcado por amenazas cibernéticas, agresiones rusas y la incertidumbre sobre el compromiso de Estados Unidos.