El diputado chileno Sebastián Videla, representante de la región de Antofagasta, realizó una visita a Bolivia con el propósito de abordar los desafíos compartidos por ambas naciones en materia de seguridad fronteriza y la creciente amenaza del crimen organizado. Un punto central de su agenda fue el robo de vehículos, un delito que se ha intensificado en el norte chileno y cuya ruta de tráfico ilegal culmina frecuentemente en territorio boliviano.
Durante su estancia, el legislador sostuvo encuentros con autoridades locales y equipos de los principales candidatos presidenciales. Se destacó un ambiente propicio y un compromiso palpable para fortalecer la cooperación binacional en la lucha contra las redes delictivas que operan entre los dos países. El parlamentario subrayó que su desplazamiento se enmarca en una iniciativa personal e independiente, no como parte de una misión oficial del gobierno chileno, aunque la receptividad mostrada por los funcionarios bolivianos y representantes políticos de diversas fuerzas fue notable.
Se hizo hincapié en la necesidad de enfrentar a los criminales con determinación, sin importar su nacionalidad. En Chile, se ha logrado la recuperación de un número significativo de vehículos y se han promulgado leyes destinadas a reforzar el combate contra la delincuencia organizada.
La extensa y agreste zona fronteriza entre Chile y Bolivia, caracterizada por pasos cordilleranos que superan los 4.000 metros de altura, presenta un control complejo. En estas áreas, operan redes compuestas por ciudadanos chilenos y bolivianos dedicadas al contrabando de vehículos y estupefacientes. Un modus operandi frecuente implica el intercambio de vehículos robados por drogas en la frontera, para luego introducir los automotores en Bolivia. Casos de esta índole han sido detectados en localidades como Chayapata, Oruro y Santa Cruz. Actualmente, se persigue la recuperación de un camión sustraído en Calama, valorado en más de 350 millones de pesos chilenos, que se presume se encuentra en territorio boliviano. Los antecedentes de este caso fueron compartidos con el concejal Mamén Saavedra, en el marco de una coordinación para el intercambio de información. La violencia inherente a estos delitos quedó de manifiesto con el caso del chileno Mario Bello, quien resultó herido de bala por delincuentes durante un operativo.
El diputado enfatizó que la criminalidad no reconoce nacionalidades; el acto delictivo en sí mismo es la preocupación principal. Miles de ciudadanos bolivianos residen y contribuyen en Chile, pero quienes infringen la ley deben ser sancionados, sin distinción de origen. Si bien la situación ha mantenido cierta persistencia en los últimos años, actualmente se percibe una mayor disposición política para emprender acciones conjuntas. Ambos gobiernos comprenden la urgencia de actuar con decisión, eliminando los pasos no habilitados y fomentando una colaboración fraternal.
Con su mandato parlamentario próximo a concluir en marzo y en búsqueda de la reelección, el legislador anticipó que, tras la segunda vuelta electoral en Bolivia, una delegación de parlamentarios bolivianos visitará el Congreso chileno en Santiago. El mensaje central es la necesidad imperativa de un diálogo constante para no ceder terreno a contrabandistas y criminales. La seguridad y la tranquilidad son pilares fundamentales para cualquier otra agenda común.
Respecto al futuro de las relaciones bilaterales, se indicó que dependerán del resultado electoral en Chile, aunque se expresó el deseo de que sean las mejores posibles. En Calama, la ciudad que representa, el 60% de los estudiantes en algunos establecimientos educativos son bolivianos, un dato que resalta un profundo arraigo cultural que debe ser fortalecido en las relaciones mutuas.
Reconocido por su activa presencia en redes sociales, el diputado utiliza plataformas como Facebook, Instagram y TikTok para mantener una comunicación directa con la ciudadanía, difundir denuncias, informar sobre operativos y compartir mensajes políticos. A pesar de haber recibido amenazas, incluso de muerte, estas experiencias han fortalecido su determinación. Las redes sociales son herramientas esenciales para la fiscalización, la denuncia y la rendición de cuentas, influyendo significativamente en los procesos electorales contemporáneos.
En este contexto, se lamentaron las recientes declaraciones ofensivas de otra diputada chilena hacia ciudadanos bolivianos, que generaron controversia en ambos países. Se ofreció una disculpa pública, subrayando que tal trato es inaceptable para cualquier ciudadano y que el nacionalismo debe promover el respeto mutuo en lugar de alimentar conflictos.
Finalmente, se reiteró que la prioridad compartida entre Bolivia y Chile debe ser el combate al crimen organizado y la garantía de la seguridad en la frontera, sin descuidar lazos culturales y económicos. La seguridad es un prerrequisito para abordar otras agendas como el litio, el comercio o la cultura; con una acción decidida y conjunta, ambos pueblos pueden avanzar hacia un futuro próspero


