En el valle central de Tarija, la temporada de cosecha de uvas está por comenzar, y se proyecta una producción cercana a los 1.600 quintales de diversas variedades, siempre y cuando no se presenten contratiempos climáticos. Así lo informó el productor José Sánchez Gareca, quien destacó la calidad esperada del fruto para esta campaña.

El volumen estimado de uva podría traducirse en ingresos significativos para los agricultores, tomando en cuenta un precio promedio aproximado de 200 bolivianos por quintal. No obstante, Sánchez Gareca prefirió no adelantar cifras exactas debido a la volatilidad del mercado.

En cuanto a las condiciones climáticas, el productor expresó su optimismo respecto a que las lluvias previstas para las primeras semanas de diciembre se mantengan en un régimen nocturno y sin fenómenos adversos como granizadas, lo cual favorecería un buen desarrollo de la producción. Sin embargo, advirtió sobre la influencia del cambio climático, que puede generar eventos impredecibles, aunque hasta el momento no se han registrado daños severos por este motivo.

Por otro lado, en la región del Gran Chaco, la campaña vitivinícola ya inició con la salida al mercado de la primera caja de uvas desde el 20 de octubre. La fruta ha recibido una buena aceptación debido a su calidad, y los precios actuales oscilan entre 20 y 30 bolivianos por kilo.

Los productores nacionales esperan que el sector vitivinícola continúe fortaleciéndose bajo las nuevas autoridades, reconociendo la importancia estratégica de esta actividad para el desarrollo económico del país. La continuidad de políticas favorables podría impulsar aún más la producción y comercialización de uvas en las distintas regiones productoras