El presidente Rodrigo Paz anunció la asignación de 42 millones de dólares para impulsar proyectos energéticos en Santa Cruz, en un contexto marcado por fuertes críticas hacia gestiones anteriores, a las que responsabilizó por dejar al país con deudas millonarias, arbitrajes internacionales pendientes y obras con costos inflados. Durante su discurso, calificó la administración previa como una “traición a la patria” debido al manejo irregular de los recursos públicos.
El mandatario realizó este anuncio en Montero, donde fue recibido por autoridades locales y representantes del sector productivo. En su intervención, agradeció el apoyo del gobernador Luis Fernando Camacho y resaltó el papel fundamental de los trabajadores del sector cañero como motor del desarrollo nacional.
Paz señaló que Bolivia atraviesa un proceso de reconstrucción profunda tras dos décadas de un modelo que consideró agotado. Indicó que el país perdió aproximadamente 60.000 millones de dólares en ingresos provenientes del gas, que los beneficios del litio no se concretaron y que se heredó una deuda interna y externa que asciende a 40.000 millones de dólares. “El daño fue enorme y nos dejaron solos, pero saldremos adelante”, aseguró a los productores presentes.
Además, destacó la mejora en la percepción de riesgo país, que bajó de 1.200 a cerca de 750 puntos, lo que, según él, evidencia la recuperación de la confianza en la economía boliviana.
El presidente también informó que el Estado enfrenta dos arbitrajes internacionales relacionados con el traspaso de fondos de pensiones, por montos de 77 y 94 millones de dólares respectivamente, además de honorarios pendientes a abogados externos que suman un gasto adicional. Criticó duramente a exfuncionarios de la Gestora Pública por su gestión, a quienes calificó de irresponsables, y reiteró que la mala administración de los recursos de los jubilados ha generado consecuencias legales y financieras para el país.
En cuanto a proyectos ejecutados en administraciones anteriores, cuestionó los costos elevados, como el caso de un hospital de segundo nivel en Montero que supuestamente costó 80 millones de bolivianos, el doble de lo que debería valer una obra similar. Calificó estas irregularidades como un nuevo acto de “traición a la patria” y adelantó que habrá más investigaciones en YPFB por posibles casos de corrupción y desvío de combustibles.
Respecto a la inversión para Santa Cruz, Paz explicó que los 42 millones de dólares serán destinados a proyectos energéticos en coordinación con el Ministerio de Hidrocarburos y Energía, enfatizando que la prioridad es generar infraestructura para el futuro y no obras superficiales como canchas deportivas. “No se inaugura con banda, pero asegura el futuro”, destacó.
Finalmente, el presidente subrayó que su gestión se enfocará en decisiones a mediano y largo plazo, orientadas al desarrollo sostenible y no a obtener réditos políticos inmediatos. “Nada para ganar votos ni para permanecer en el poder; todo para que haya futuro y progreso”, concluyó
