
Marc Márquez se alzó con su undécima victoria en la categoría esprint del Gran Premio de la República Checa de MotoGP, disputado en el circuito de Brno. El piloto de Ducati Desmosedici GP25 consolidó un impresionante récord de once triunfos en doce pruebas de esta modalidad, y lo hizo sin que se le aplicara sanción alguna, a pesar de las especulaciones sobre la presión de sus neumáticos.
El triunfo de Márquez fue cimentado en una audaz estrategia. Al percatarse de que la presión media de los neumáticos de su motocicleta se encontraba por debajo del límite permitido, optó por permitir que el entonces segundo clasificado, el español Pedro ‘Tiburón’ Acosta (KTM RC 16), le adelantara. Esta maniobra calculada tenía como objetivo que la rueda delantera recuperara la presión reglamentaria al calentarse más de lo habitual, esperando el momento preciso para retomar el liderato.
La templanza y la astucia del ocho veces campeón del mundo quedaron patentes una vez más. Marc Márquez demostró una superioridad y experiencia que le permitieron gestionar la situación a su favor en todo momento. A pesar de que la Dirección de Carrera inició una investigación sobre el cumplimiento de la normativa, la legitimidad de su victoria no fue puesta en duda.
En otras categorías, el belga Barry Baltus (Kalex) y el italiano Guido Pini (KTM) celebraron un hito en sus carreras al conseguir por primera vez la ‘pole position’ en sus respectivas clases, estableciendo además nuevos récords absolutos de pista.
Por su parte, ‘Pecco’ Bagnaia, que partía desde la primera posición por primera vez en la temporada, vio cómo su ventaja se desvanecía rápidamente al ser superado por su propio compañero de equipo en la vuelta inicial. Mientras tanto, Alex Márquez (Ducati Desmosedici GP24) experimentó un inicio complicado, perdiendo varias posiciones debido a un derrape de la rueda trasera de su moto.
El francés Fabio Quartararo (Yamaha YZR M 1), que iniciaba la carrera desde la tercera posición, también cedió un puesto en favor de Pedro Acosta. Por delante, Marc Márquez ya imponía un ritmo vertiginoso, marcando la vuelta rápida en el tercer giro y abriendo una brecha significativa con sus perseguidores.
El español fue distanciándose progresivamente de sus rivales. En la cuarta vuelta de las diez programadas, ya aventajaba en un segundo a su perseguidor más cercano. En ese mismo lapso, Bagnaia sufrió un contratiempo que permitió a Acosta superarle, y poco después, Enea Bastianini y Fabio Quartararo también lo rebasaron.
Fue en la sexta vuelta cuando se hizo evidente la situación con la presión de los neumáticos de Márquez. Con una sangre fría admirable, el piloto español permitió que Pedro Acosta le rebasara, una maniobra calculada para que el neumático delantero recuperara la presión óptima. Una vez dentro de los parámetros legales, Márquez no tardó en recuperar la primera posición, sellando así su undécima victoria de la temporada y la duodécima en carreras esprint.
En la retaguardia, Marco Bezzecchi logró avanzar hasta la cuarta posición, superando a Bagnaia primero y luego a Quartararo. Jorge Martín, por su parte, que era décimo en ese momento, finalizó undécimo. Bagnaia concluyó en la séptima plaza, mientras que Alex Márquez no consiguió entrar en la zona de puntos, terminando decimoséptimo