El descubrimiento de sustancias ilícitas y un arma de fuego en posesión de un adolescente de 16 años llevó a su propia madre a alertar a las autoridades. La progenitora encontró una caja que contenía marihuana, tabletas psicotrópicas y un arma de fuego calibre .22 en la habitación de su hijo.

Tras la denuncia, agentes especializados en la lucha contra el narcotráfico intervinieron en el caso. La sustancia vegetal fue sometida a pruebas de campo, confirmando su naturaleza como marihuana, con un peso total de cuatro gramos.

Los padres del joven habían expresado previamente su preocupación por su comportamiento errático y desafiante, manifestando dificultades para controlarlo y desconocer las causas de su conducta. Esta situación motivó a la madre a revisar las pertenencias de su hijo, lo que condujo al hallazgo de los elementos prohibidos.

El menor fue presentado ante la judicatura especializada, que determinó su internamiento en un centro de reinserción social. Durante el proceso, el adolescente optó por abstenerse de rendir declaración.

Las investigaciones se han activado para rastrear el origen de los estupefacientes, las tabletas y, de manera crucial, del arma de fuego. Las autoridades sospechan la existencia de una red de microtráfico vinculada al adolescente y buscan identificar a otras personas que podrían estar involucradas en el suministro de estos artículos