El reciente encuentro de la Liga de Campeones vio a la escuadra dirigida por Hansi Flick conseguir un empate 3-3 frente al Club Brujas. Este partido, de alta intensidad y con un marcador abultado, dejó una impresión dual: por un lado, la notable capacidad del equipo para reaccionar y nivelar el resultado en tres ocasiones; por otro, una preocupante fragilidad defensiva. A pesar de haber estrellado tres remates en los postes, la retaguardia del conjunto azulgrana evidenció serias deficiencias.
Este resultado se suma a una tendencia preocupante para el equipo, que ya ha cedido cinco puntos en cuatro jornadas de esta Champions, una cifra idéntica a la pérdida total en toda la fase de grupos de la edición anterior. En medio de este escenario complejo, la destacada actuación de Lamine Yamal fue un punto brillante. El joven extremo no solo anotó un gol de gran factura, sino que también asistió en otro, fue el iniciador del primer tanto y asumió responsabilidades ofensivas, conectando de manera especialmente efectiva con Fermín, quien contribuyó con dos pases de gol.
Para este compromiso, Hansi Flick optó por mantener la alineación titular que había iniciado el partido contra el Elche, incluyendo a Ferran, Fermín y Araujo. Esta decisión se tomó a pesar del regreso de jugadores importantes como Robert Lewandowski y Dani Olmo el domingo anterior, y de que Pau Cubarsí había tenido descanso, sugiriendo que el entrenador valoró la intensidad mostrada en la victoria por 3-1. Por su parte, el técnico del Club Brujas, Nicky Hayen, alineó a Onyedika, quien había sido duda por molestias físicas.
El partido comenzó con un aviso tempranero de Tzolis en el minuto 2, cuyo disparo débil fue atajado sin problemas por Szczesny. Los primeros compases no fueron cómodos para el cuadro visitante, que mostró dificultades para iniciar el juego desde atrás y sufrió constantes pérdidas de balón. A esto se sumó un problema recurrente con la línea defensiva adelantada. Koundé salió tarde, lo que permitió a Forbs habilitarse para penetrar el área y asistir a Tresoldi, quien marcó el 1-0 en el minuto 6.
La estrategia de concentración inicial y alta intensidad, tan elogiada tras el partido contra el Elche, se vio comprometida de inmediato. Sin embargo, la reacción del equipo fue casi instantánea. Un excelente pase en profundidad de Lamine Yamal encontró a Fermín, quien a su vez asistió a Ferran. El delantero valenciano no perdonó y anotó al primer toque en el minuto 9, estableciendo el 1-1.
El empate aportó cierta tranquilidad al equipo, que comenzó a dominar el juego. Fermín estuvo a punto de adelantar a su equipo con un disparo de rosca con la zurda que se estrelló en la base del poste. Poco después, Rashford remató alto. El panorama parecía mejorar hasta que, en el minuto 17, el Club Brujas volvió a adelantarse con el 2-1, en una acción colectivamente incomprensible. Un córner ejecutado por Lamine Yamal terminó en gol de Carlos Forbs apenas cinco segundos después. La jugada fue un cúmulo de errores, desde el mal servicio inicial hasta la falta de agresividad en el despeje y la deficiente colocación de los defensores ante el contraataque, con Szczesny retrocediendo en lugar de salir a interceptar el pase de Tzolis a Forbs.
En esta ocasión, la respuesta del equipo no fue tan rápida. Por el contrario, el Club Brujas generó varias amenazas de contragolpe con pocos toques, intimidando a la zaga. No fue hasta el minuto 26 cuando Koundé disparó al larguero tras un pase de Lamine, sumando el segundo impacto en la madera.
Lamine Yamal, quien provocó una tarjeta amarilla a Onyedika en el minuto 32, comenzó a acelerar el juego desde posiciones retrasadas y a crear superioridades. En una de sus internadas, Rashford puso a prueba a Jackers, pero nadie creyó en el rechace. Fermín también intentó un remate con la zurda tras una internada de Balde, pero su disparo se fue muy alto. Antes del descanso, Lamine dejó solo a Ferran con un magnífico pase largo, pero el valenciano, tras regatear al portero, no acertó con la dirección.
La segunda mitad comenzó con una mayor agresividad por parte del equipo, aunque la primera ocasión clara fue para el Club Brujas, con Szczesny desviando un potente disparo de Seys. Fermín y Lamine también rozaron el empate, pero se encontraron con los excelentes reflejos de Jackers. El partido se abrió en un constante ida y vuelta, con un pronóstico incierto. En medio de este frenesí, Eric Garcia lanzó un potente disparo lejano que impactó en el larguero, el tercer poste para el equipo. Finalmente, en el minuto 61, Lamine Yamal, tras una soberbia pared con Fermín, logró el empate a 2-2 con un golazo. Este tanto llegó con Lewandowski y Olmo ya en el campo, reemplazando a Ferran y Casadó.
Sin embargo, la vulnerabilidad defensiva del equipo volvió a manifestarse. Forbs, después de perdonar una oportunidad en el minuto 63, se encontró solo tras un pase excepcional de Vanaken a la espalda de Balde y batió con calidad a Szczesny en el minuto 64, poniendo el 3-2 en un partido que se descontrolaba. Lamine Yamal se echó el equipo a la espalda, y Jackers le negó el gol con una gran parada a un disparo dirigido a la escuadra.
El partido entró en los últimos 20 minutos con una intervención del VAR que corrigió un error del árbitro Anthony Taylor, quien había señalado un penalti inexistente de Balde sobre Forbs. El equipo solo inquietaba a través de Lamine Yamal, quien centralizaba la mayoría de las jugadas ofensivas. En el minuto 77, uno de sus centros envenenados fue desviado por Tzolis hacia su propia portería, estableciendo el 3-3.
Desde el empate, el juego se interrumpió frecuentemente por amarillas y atenciones médicas. Un disparo alto de Olmo, que actuó como mediocentro desde su entrada, en el minuto 87 fue la siguiente acción destacada. Los minutos finales fueron particularmente caóticos: Szczesny cometió un error al intentar regatear a Vermant, quien le arrebató el balón y marcó a portería vacía en el minuto 91. Taylor concedió el gol, pero el VAR rectificó, señalando una falta sobre el portero polaco. En el minuto 99, el árbitro no permitió sacar un último córner, y un disparo final de Lewandowski fue bloqueado, poniendo fin a un encuentro lleno de dramatismo y deficiencias defensivas
