Los recientes acontecimientos en Gaza han profundizado el sufrimiento de la población, marcado por la pérdida de profesionales de los medios de comunicación. El 11 de agosto, se llevaron a cabo los funerales de cinco periodistas que fallecieron en un ataque atribuido a las fuerzas israelíes, un suceso que la organización para la que trabajaban calificó de selectivo.
Entre los fallecidos se encontraban los corresponsales Anas al-Sharif y Mohammed Qreiqeh, los camarógrafos Ibrahim Zaher y Moamen Aliwa, y su asistente Mohammed Noufal. La empresa de medios qatarí, a la que pertenecían, describió el incidente como un intento desesperado de silenciar las voces que denuncian la inminente toma y ocupación de Gaza.
Anas al-Sharif, un destacado reportero, fue una de las víctimas. El Ejército israelí asumió la responsabilidad de su muerte, alegando que presuntamente lideraba una célula militante de Hamás y participaba en ataques con cohetes contra el Estado de Israel. Sin embargo, la organización periodística, financiada por el Gobierno de Qatar, rechazó categóricamente estas afirmaciones. Previamente a su fallecimiento, el propio Al-Sharif también había negado tales acusaciones. La cadena de noticias ha destacado que Anas Al-Sharif y sus colegas representaban algunas de las últimas voces que permanecían en Gaza, transmitiendo la cruda realidad al mundo.
Al-Sharif, de 28 años, formaba parte de un grupo de cuatro periodistas y un asistente que perdieron la vida en un ataque aéreo contra una tienda de campaña situada cerca del Hospital Al Shifa, en el este de la ciudad de Gaza. Fuentes hospitalarias indicaron que otras dos personas también murieron en el mismo ataque. Además, un sexto periodista, Mohammad Al-Khaldi, un reportero local independiente, falleció en el incidente, según confirmaron profesionales médicos del Hospital Al Shifa.
Este ataque representa el más letal contra periodistas desde el inicio de las actuales hostilidades israelíes, que se han prolongado por más de 22 meses. Esta escalada es una respuesta contundente al sorpresivo ataque de Hamás en el sur de Israel, ocurrido el 7 de octubre de 2023.
El 11 de agosto, se reportaron los bombardeos más intensos de las últimas semanas en áreas al este de la Ciudad de Gaza. Estos ataques se produjeron después de que el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, expresara su intención de completar una nueva ofensiva ampliada contra Hamás con celeridad. Residentes de Gaza relataron que tanques y aviones israelíes bombardearon Sabra, Zeitoun y Shejaia, tres suburbios al este de la Ciudad de Gaza, en la zona norte del territorio, en las horas previas, forzando a numerosas familias a desplazarse hacia el oeste.
Algunos habitantes de la ciudad describieron esa noche como una de las peores en semanas, lo que ha incrementado el temor a preparativos militares para una ofensiva aún más profunda en esa área. Según Hamás, esta zona alberga actualmente a cerca de un millón de personas, tras el desplazamiento de residentes de los límites septentrionales del enclave. Por su parte, el Ejército israelí afirmó que sus fuerzas dispararon artillería contra militantes de Hamás en la región. Un residente describió la situación como un reinicio de la guerra, señalando que los tanques dispararon proyectiles contra viviendas, impactando varias de ellas, y que los aviones realizaron lo que se conoce como anillos de fuego, con múltiples misiles impactando en carreteras del este de Gaza.
El 10 de agosto, el primer ministro Netanyahu había declarado haber ordenado a sus militares acelerar los planes para la nueva ofensiva. Manifestó su deseo de concluir la guerra lo antes posible, y con ese fin, instruyó a las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) a acortar el plazo para tomar el control de la ciudad de Gaza. La semana anterior, Netanyahu ya había anunciado su plan de tomar el control de la Ciudad de Gaza, aunque sus objetivos podrían extenderse a todo el enclave. El líder del Likud ha descrito la ciudad como la capital del terrorismo de Hamás, y ha indicado que la zona costera central de Gaza podría ser el siguiente objetivo, justificando que militantes de Hamás también se han visto obligados a desplegarse allí


