La escalada en el precio de la carne en Tarija ha alcanzado niveles críticos, llevando a los propios comercializadores del sector a calificar el producto como un artículo de lujo. Esta situación genera una profunda inquietud entre los consumidores y los operadores del mercado.

El representante de los carniceros del Mercado Campesino ha expresado una seria advertencia: de mantenerse la actual trayectoria ascendente en los costos, el valor del kilo de carne podría aproximarse a los 100 bolivianos antes de que concluya el año. Tal escenario representaría un impacto devastador para la economía de las familias tarijeñas.

La insostenibilidad de la coyuntura se atribuye, en gran medida, a un incremento generalizado en el precio del ganado a escala nacional. Este fenómeno está directamente relacionado con la creciente demanda de carne destinada a la exportación, lo que ejerce una presión alcista sobre los precios internos.

Un ejemplo claro de esta tendencia se observa en el Matadero Municipal, donde el precio del kilo gancho ha experimentado un salto significativo, pasando de los 18 bolivianos iniciales a cotizaciones que oscilan entre los 40 y 52 bolivianos.

Frente a este panorama, el sector cárnico ha hecho un llamado urgente a los productores ganaderos para que demuestren sensibilidad y ajusten sus precios a niveles más equitativos, facilitando así la disponibilidad de este alimento esencial en los mercados locales. Adicionalmente, se ha solicitado al Gobierno la implementación de controles más rigurosos sobre la exportación de carne y la intensificación de las acciones contra el contrabando, identificados ambos como factores determinantes en la actual inflación de precios