El Partido Demócrata Cristiano (PDC) ha emergido como la fuerza política más votada en la primera ronda de las recientes elecciones generales, reconfigurando el panorama político nacional. Tras este inesperado desempeño, el aspirante a la vicepresidencia por dicha formación, Edman Lara, manifestó el lunes su convicción de que las posturas que fomentaban la discordia y la fragmentación en la nación han sido superadas.
Lara enfatizó que aquellos discursos que sembraban la división y el resentimiento han quedado atrás, sugiriendo que incluso quienes apenas lograron mantener su relevancia política contribuyeron, paradójicamente, a este desenlace. Subrayó la imperiosa necesidad de la unidad nacional, proclamando que, a partir de este momento, la identidad boliviana trasciende las diferencias regionales, abrazando a todos sus ciudadanos bajo los colores de la bandera que simbolizan la nación.
Los datos preliminares del Tribunal Supremo Electoral (TSE), con un 95.41% de las actas procesadas de los comicios celebrados el 17 de agosto, confirman que la fórmula presidencial del PDC, integrada por Rodrigo Paz y Edman Lara, obtuvo un significativo 32.14% de la votación. En segunda posición se situó el binomio de Alianza Libertad, compuesto por Jorge Tuto Quiroga y Juan Pablo Velasco, quienes consiguieron el 26.81% de los sufragios. Este resultado posiciona a ambas fuerzas políticas para competir en una segunda vuelta, programada para el 19 de octubre.
De cara a la siguiente fase electoral, Lara proyectó una visión de gobierno basada en la cohesión, afirmando que una eventual victoria de su partido significaría el fin de la exclusión y los conflictos internos, priorizando la unidad para el progreso de la nación. Atribuyó el notable éxito de su campaña en la primera vuelta a una combinación de factores esenciales: la convicción, la constancia, una disposición proactiva, el compromiso inquebrantable y la comunicación veraz y transparente con la ciudadanía.
Por otro lado, Samuel Doria Medina, candidato de Alianza Unidad, quien se posicionó en tercer lugar con el 19.86% de los votos, reconoció su derrota y anunció públicamente su respaldo a la candidatura de Rodrigo Paz. Desde el PDC, Lara manifestó una acogida favorable a este apoyo, indicando que su partido mantiene una política de puertas abiertas y está dispuesto a dialogar con cualquier actor político que comparta la visión de un futuro próspero para Bolivia. No obstante, el aspirante a la vicepresidencia fue enfático al establecer condiciones claras para tales alianzas: deben estar libres de corrupción, de intereses personales, de imposiciones y de cualquier forma de distribución de cuotas de poder. Recalcó que cualquier iniciativa en beneficio del país será bienvenida, pero bajo el principio innegociable de la meritocracia y el estricto apego a la legalidad


