El Valle de Cinti ha marcado un hito trascendental en la viticultura boliviana. Un colectivo de mujeres productoras ha sido distinguido con el prestigioso galardón Heroínas de la Viña Vieja en los Old Vine Hero Awards 2025, un certamen internacional celebrado en Inglaterra. Este reconocimiento subraya su invaluable labor en la salvaguarda de cepas ancestrales, su compromiso inquebrantable con la sostenibilidad agrícola y su rol esencial en la transmisión de conocimientos vitivinícolas tradicionales a lo largo de generaciones.
Detrás de este significativo logro se encuentra la visión y el esfuerzo de Patricia Mendoza, impulsora de una iniciativa dedicada a realzar el trabajo de las viticultoras bolivianas. Su liderazgo ha sido fundamental para coordinar acciones entre diversas comunidades, instituciones y plataformas globales, consolidando la posición de Bolivia como un referente en la viticultura patrimonial.
Asimismo, se destacó la relevante gestión del comité directivo de la Feria Nacional Vitivinícola 2025, con sede en Camargo. La labor de Marcela Mendoza como presidenta, Marcelo Budia como vicepresidente, Alejandro Vacaflores, la directora ejecutiva Judith Tito, y todo su equipo de colaboradores, fue crucial para el éxito del evento y la proyección del sector.
El Senado del Estado Plurinacional de Bolivia ha otorgado dos distinciones oficiales que complementan este triunfo internacional. El 5 de mayo de 2025, en la Casa de la Cultura de Tarija, se entregó un Reconocimiento Camaral al equipo de Yokich por su contribución al patrimonio vitivinícola nacional. Durante la ceremonia, la presidenta del Senado en ejercicio, Gladys Alarcón, resaltó la resiliencia y el compromiso de estas mujeres, presentándolas como un modelo a seguir. En el mismo acto, la senadora Natividad Aramayo anunció la intención de impulsar una ley para la protección de vides antiguas, inspirada directamente en el trabajo de estas pioneras. Posteriormente, el 12 de septiembre de 2025, en Camargo, el senador Roberto Padilla rindió homenaje a las viticultoras del Valle de Cinti por su aporte al desarrollo económico, cultural y social de la región. En el marco de las Jornadas Académicas de la Feria Nacional Vitivinícola, también se reconoció la labor de las bodegas, municipios y universidades involucradas en la promoción de la vitivinicultura boliviana.
Uno de los momentos más conmovedores fue el tributo a las Heroínas de la Viña Vieja, mujeres que han mantenido el cultivo de la vid a través de generaciones, a menudo en circunstancias desafiantes. El senador Padilla enfatizó la profunda conexión de estas mujeres con Camargo, señalando que su trabajo, a menudo silencioso, ha obtenido reconocimiento global y que ahora Bolivia les rinde el merecido homenaje, haciendo alusión al galardón recibido por el equipo de la Bodega Yokich como el mejor equipo de viticultura del mundo. Este apoyo institucional reafirma el compromiso estatal con la valorización de los productos locales, el fomento del turismo enológico y la preservación de los saberes ancestrales. El senador impulsor de los reconocimientos expresó su admiración por el liderazgo de Patricia Mendoza y el impacto del proyecto Heroínas de la Viña Vieja como un emblema de soberanía cultural y empoderamiento rural.
La Feria Nacional Vitivinícola 2025, celebrada en Camargo, congregó a destacadas bodegas de seis departamentos del país, junto a instituciones académicas, autoridades locales y productores de toda la región. La feria fue elogiada por su influencia en la promoción de prácticas sostenibles, la capacitación técnica de nuevos talentos y la consolidación de Bolivia como un actor emergente en el panorama vitivinícola global. El senador Roberto Padilla, primer secretario de la Cámara de Senadores, manifestó su intención de que la FENAVIT se celebre anualmente, en lugar de cada tres años, para asegurar un apoyo constante a los productores, especialmente a las mujeres viticultoras.
Marcela Mendoza, presidenta de FENAVIT, subrayó el valor patrimonial del evento, informando sobre las gestiones para su declaración como patrimonio cultural intangible ante la UNESCO, recalcando que la feria representa tanto un pilar económico como una manifestación de historia viva. Lorgio Ribera destacó el carácter integrador del evento, que une a más de treinta municipios productores, sirviendo como una plataforma global para exhibir el potencial de la tierra y el trabajo manual boliviano. La directora ejecutiva, Judith Tito, presentó las áreas temáticas de la feria, que abarcaron concursos, ruedas de negocios, jornadas académicas y actividades culturales, con la visión de que el evento sea un punto de encuentro entre tradición e innovación, donde el legado de las heroínas inspire a las nuevas generaciones.
La directora ejecutiva de FENAVIT, Judith Tito Rosquellas, hizo una mención especial a la difusión de estos acontecimientos, atribuyendo su visibilidad a la labor de Raquel Romero Torres, encargada de planificación de medios. Su estrategia de posicionamiento digital fue clave para asegurar que estos hitos fueran visibles en Google Search y en medios nacionales e internacionales. La ejecutiva destacó que el trabajo de Romero Torres, que incluyó contenidos optimizados, campañas de prensa, monitoreo y alianzas con plataformas digitales, permitió que Bolivia, a través de la Feria Nacional Vitivinícola 2025 y las viticultoras Heroínas de las Viñas Viejas 2025, obtuviera reconocimiento más allá de sus fronteras.
El evento culminó con la tradicional pisa de uva, acompañada de música regional y un ambiente festivo, reafirmando el compromiso de Camargo con la preservación de sus raíces y la proyección internacional de su riqueza vitivinícola


