Un incidente poco común en el ámbito deportivo ha generado una sanción disciplinaria para un oficial de partido en el fútbol boliviano. El árbitro asistente Roger Orellana ha sido suspendido por la Comisión de Árbitros de la Federación Boliviana de Fútbol (FBF) tras un episodio protagonizado por el futbolista Ramiro Ballivián, del club Aurora.
El suceso tuvo lugar el pasado domingo en Cochabamba, durante el encuentro de la Copa Bolivia en el que Aurora se impuso 3-1 a Wilstermann. La acción que desencadenó la medida disciplinaria ocurrió tras la anotación del tercer gol por parte del equipo ganador, momento en el que Ballivián, en medio de la celebración, manifestó haber besado al árbitro asistente.
El futbolista ha ofrecido una explicación sobre el incidente, describiéndolo como un acto espontáneo de euforia. Según sus declaraciones, tras el gol, se dirigió a celebrar con sus compañeros y, en un primer momento, rozó accidentalmente al asistente con el hombro. Tras disculparse, y en medio de la intensidad del partido y las circunstancias particulares de la semana —incluyendo la victoria obtenida a pesar de no haber podido entrenar con normalidad—, el jugador manifestó haberle dado un abrazo y un beso en la mejilla al oficial. Ballivián enmarcó su acción dentro de la pasión inherente al fútbol.
Esta justificación por parte del jugador se hizo pública con anterioridad a la imposición de la sanción al colegiado. La Comisión de Árbitros de la FBF ha determinado suspender a Roger Orellana por un período de un mes calendario. La resolución de la comisión establece que el asistente debió haber comunicado el incidente al árbitro principal para que se aplicara la amonestación correspondiente al jugador.
Adicionalmente a la suspensión de un mes, el árbitro asistente ha sido desvinculado de un curso RAP elite para asistentes VAR, programado para este mismo mes


