El gobierno de Estados Unidos ha manifestado su compromiso de respaldar a la nueva administración boliviana en sus interacciones con diversas organizaciones multilaterales. Este apoyo busca facilitar la obtención de recursos financieros esenciales, considerados cruciales para abordar la inmediata y acuciante crisis de suministro de combustibles. Esta postura marca un punto de inflexión en las relaciones bilaterales, tras un periodo de considerables tensiones con el ejecutivo anterior.
Un alto funcionario estadounidense, tras su participación en la ceremonia de investidura del nuevo presidente de Bolivia, Rodrigo Paz, confirmó la restauración de las relaciones diplomáticas plenas entre ambas naciones. Este paso significativo implica el retorno de la representación a nivel de embajadores, después de una interrupción de diecisiete años. Adicionalmente, se anunció un paquete de ayuda humanitaria valorado en 700.000 dólares, destinado a medicamentos y pruebas de diagnóstico para personas que viven con VIH.
Washington interpreta el reciente cambio político en Bolivia como una oportunidad para superar lo que ha descrito como un modelo económico ineficaz que prevaleció durante dos décadas. El gobierno estadounidense ha expresado su intención de colaborar estrechamente con el liderazgo boliviano entrante para asegurar su éxito.
El presidente Paz ha reiterado consistentemente el deseo de su administración de normalizar las relaciones con Estados Unidos. Las interacciones diplomáticas entre ambos países se han mantenido a nivel de encargados de negocios desde 2008, año en que el embajador estadounidense fue retirado de Bolivia.
Si bien anteriores líderes bolivianos, incluyendo a Evo Morales y Luis Arce, habían manifestado inquietud ante la posible reincorporación de la Administración de Control de Drogas (DEA) de EE. UU., el representante estadounidense indicó que este tema específico no fue un punto central durante las conversaciones con el presidente Paz. Por el contrario, la agenda del líder boliviano se enfocó primordialmente en preocupaciones domésticas apremiantes, particularmente en el fortalecimiento de la seguridad ciudadana para la población de Bolivia
