En el este de Ucrania, la ciudad de Pokrovsk ha emergido como el punto neurálgico del conflicto en curso, atrayendo la intensidad de los combates entre las fuerzas ucranianas y rusas. Desde Moscú, se ha afirmado que las tropas rusas están inmersas en enfrentamientos directos dentro del perímetro urbano y que han logrado desmantelar unidades ucranianas que se encontraban bajo asedio. Por su parte, el alto mando ucraniano sostiene que, a pesar de la intensa presión, sus defensas persisten.
El jefe de las Fuerzas Armadas de Ucrania ha indicado que la ofensiva rusa implica a más de cien mil efectivos, cuyo objetivo es perforar las líneas defensivas en la región de Donetsk. A pesar de la considerable presión ejercida, las fuerzas ucranianas mantienen su capacidad de resistencia y neutralización de las unidades adversarias.
Con una población previa al conflicto de aproximadamente sesenta mil residentes, la localidad se erige como un nodo logístico de importancia crítica. Su emplazamiento en la provincia de Donetsk la sitúa dentro del diez por ciento del Donbás que permanece bajo soberanía ucraniana. Una eventual caída de Pokrovsk no solo implicaría una desventaja operativa para Kiev, sino que también significaría un triunfo simbólico para el Kremlin en su ambición de ejercer control absoluto sobre el cinturón industrial del este de Ucrania.
Históricamente conocida como Krasnoarmeysk en la época soviética, Pokrovsk constituye un cruce estratégico de carreteras y vías férreas. Alberga además la única explotación de carbón coquizable del país, un recurso indispensable para la industria siderúrgica. Las operaciones en esta mina, gestionada por Metinvest, cesaron en enero, transformando la urbe en un paisaje desolador de edificaciones colapsadas, arterias viales devastadas y una población civil prácticamente ausente.
Su posición en una arteria vial principal la establece como la ruta de suministro fundamental para las unidades militares ucranianas que defienden otras plazas fuertes en el Donbás. La importancia estratégica de Pokrovsk es tal que es vista como la antesala a Donetsk. Su eventual control por parte de Moscú, según observadores militares, abriría la posibilidad de lanzar ofensivas hacia Kramatorsk y Sloviansk, las dos principales urbes de la región que aún permanecen bajo administración ucraniana
