El líder del Frente Revolucionario de Izquierda, Edgar Guzmán, ha expresado su profunda preocupación ante la propuesta de nacionalizar vehículos indocumentados, comúnmente conocidos como autos chutos. Según Guzmán, esta medida, planteada por el candidato presidencial Rodrigo Paz Pereira, del Partido Demócrata Cristiano, equivaldría a una legitimación de actividades ilícitas como el contrabando, un problema que ya ha adquirido dimensiones internacionales.
Adicionalmente, el dirigente de izquierda cuestionó otro anuncio proveniente de sus oponentes políticos: la eventual desaparición de la Aduana Nacional. Para Guzmán, esta idea representa una amenaza directa a la estabilidad institucional del país, anticipando una crisis. En lugar de considerar el desmantelamiento de entidades clave, argumenta que es imperativo fortalecer y respaldar instituciones como la Aduana. Subrayó que, tras un periodo en el que la institucionalidad nacional fue severamente afectada, es crucial apoyar las estructuras estatales existentes. Anunciar el cierre de instituciones solo augura una profundización de las crisis que el Estado podría no estar en capacidad de soportar.
Respecto a las acusaciones de estar inmersos en una campaña de desprestigio, Guzmán Jaúregui fue enfático en negar tales afirmaciones. Explicó que su alianza, que respalda la candidatura de Jorge Tuto Quiroga, simplemente se limita a analizar y repercutir las declaraciones públicas de los líderes del Partido Demócrata Cristiano. Como ejemplo, mencionó el caso de Edman Lara, quien inicialmente anunció una Renta Dignidad de 2.000 bolivianos, para luego rectificar y reducir la cifra a 500 bolivianos, indicando que el monto mayor sería para un futuro incierto.
Guzmán aseguró que su candidato, Tuto Quiroga, está dispuesto a asistir a cualquier llamado del Órgano Electoral para firmar un acuerdo que promueva una campaña limpia y libre de ataques. Destacó esta iniciativa como fundamental para frenar la desinformación. El dirigente concluyó enfatizando que el país ha atravesado dos décadas marcadas por la corrupción y la falta de transparencia. Bolivia, a su juicio, requiere de propuestas serias, coherentes y maduras, que eviten la inestabilidad política. La reconstrucción nacional demandará políticas económicas y sociales claras, así como una considerable fortaleza para llevar a cabo esta tarea monumental
