
El legendario centrocampista croata Luka Modric ha puesto fin a su excepcional trayectoria con el Real Madrid, culminando una etapa que él mismo describe como inolvidable y victoriosa. Su última aparición con la camiseta blanca tuvo lugar en las semifinales del Mundial de Clubes, un momento tras el cual expresó su profunda gratitud hacia la institución que, según sus palabras, le ha brindado absolutamente todo.
El futbolista manifestó una inmensa alegría por los logros alcanzados y por el crecimiento experimentado tanto a nivel profesional como personal durante su estancia en el club. Subrayó que la capital española y el Real Madrid se han convertido en un segundo hogar, y aseguró que su vínculo con el madridismo perdurará para siempre.
Modric se despide ostentando el récord de ser el futbolista con más títulos en la historia del Real Madrid, sumando un total de 28 trofeos a su palmarés. Este hito le genera un profundo orgullo, al considerarse el jugador más laureado en la institución que él describe como el mejor club en la historia del fútbol. Más allá de las cifras, el croata valoró de manera especial el inquebrantable apoyo y el afecto genuino recibido de la afición, un sentimiento que, según sus palabras, es imperecedero y auténtico.
Un capítulo significativo en su despedida fue el reconocimiento a la figura del presidente Florentino Pérez. Modric destacó el papel fundamental de Pérez, quien fue clave en su llegada al club y le brindó un trato excepcional a lo largo de los años. La emotiva reacción del presidente, visible en sus lágrimas durante el último encuentro de Modric en el Santiago Bernabéu, fue interpretada por el jugador como una prueba irrefutable de un vínculo personal profundo, por el cual se siente eternamente agradecido, no solo por él sino también por su familia.
Entre los innumerables momentos grabados en su memoria, Modric rememoró con especial cariño la conquista de la Décima Copa de Europa. Este triunfo, según su perspectiva, marcó el inicio de una era de dominio sin precedentes para el club, culminando en la obtención de seis Ligas de Campeones en una década. La forma en que se logró ese histórico título, con una fe inquebrantable y sin claudicar hasta el final, encapsula la esencia del espíritu madridista. Para Modric, así como para los seguidores, el número diez posee una resonancia particular, y el recuerdo de aquella celebración sigue siendo una fuente de alegría