Demetrio Camacho lidera la lucha de los agricultores ante la crisis de precios que afecta al sector tomatero en la región.
Los productores de tomate de Tarija, encabezados por Demetrio Camacho, se encuentran en una situación crítica debido a los bajos precios de venta que han llevado a operar sin margen de ganancia. Ante esta realidad, Camacho ha hecho un llamado a establecer un precio mínimo para proteger los intereses de los agricultores.
Los productores de tomate de Tarija, representados por Demetrio Camacho, expresaron su profunda preocupación por la crisis de precios que enfrenta el sector, situación que ha llevado a los agricultores a operar sin margen de ganancia. Camacho, en un comunicado emitido ante los medios locales, hizo hincapié en la difícil realidad que están atravesando, señalando que el valor actual del tomate se sitúa en 50 bolivianos por caja, una cifra que apenas les permite recuperar la inversión inicial realizada en los cultivos.

“Estamos al límite, solo estamos recuperando nuestra inversión, no estamos ganando ni un centavo”, subrayó Camacho, reflejando la angustia de un gremio que se encuentra al borde de la rentabilidad. Además, hizo hincapié en la necesidad de cubrir otros gastos básicos, como alimentación, que se ven afectados por el alto costo de vida en la región. En este sentido, resaltó que, a pesar de producir tomate, los agricultores también deben adquirir otros productos de primera necesidad, cuyos precios se han disparado en los últimos meses.

Ante este escenario desafiante, los productores han planteado la urgencia de establecer un precio mínimo de venta en el mercado final como medida para proteger sus intereses y garantizar la sostenibilidad de la actividad agrícola en la zona. “Queremos estipular precios mínimos de venta en el mercado final, de manera que no permitamos que se comercialice tomate por debajo de los 50 bolivianos por caja”, advirtió Camacho, destacando la importancia de proteger a los agricultores de posibles pérdidas económicas y asegurar la viabilidad de sus negocios.

En este contexto, la propuesta de fijar un precio mínimo de venta en el mercado final se presenta como una medida crucial para salvaguardar el sector agrícola de Tarija y garantizar la estabilidad económica de los productores de tomate en la región. Ante la incertidumbre y los desafíos que enfrentan, los agricultores continúan presionando a las autoridades pertinentes para que se tomen medidas concretas que protejan sus intereses y les permitan seguir adelante en un contexto económico adverso.
La propuesta de fijar un precio mínimo de venta en el mercado final se presenta como una medida crucial para garantizar la estabilidad económica de los productores de tomate en Tarija y proteger el sector agrícola de la región.

El contrabando de tomate peruano amenaza la sostenibilidad de los productores locales en Tarija.
La Asociación de Productores de Tomate de Tarija alerta sobre la grave crisis que enfrentan los agricultores locales debido a la entrada masiva de tomate peruano en el mercado nacional. Los altos costos de producción y la competencia desleal están generando pérdidas significativas para los productores de la región.
Los productores de tomate en la región de Tarija se encuentran enfrentando una grave crisis durante la temporada de cosecha debido al creciente problema del contrabando. La Asociación de Productores de Tomate de Tarija ha hecho sonar la alarma ante la entrada masiva de tomate peruano en el mercado nacional, lo que está afectando severamente a los agricultores locales. Demetrio Camacho, dirigente de esta asociación, ha expresado su preocupación por la difícil situación que están atravesando, señalando que los costos de producción han aumentado significativamente mientras que los precios en el mercado no reflejan esta realidad.

Antes, producir una caja de tomate requería un gasto de alrededor de 30 bolivianos, pero en la actualidad los productores están incurriendo en costos que oscilan entre los 50 y 60 bolivianos por caja. A pesar de estos elevados costos, el precio al que están vendiendo las cajas de tomate, alrededor de 50 bolivianos, está por debajo de los costos de producción, lo que está generando pérdidas significativas para los agricultores de la región.

Una tendencia preocupante que ha sido señalada por Camacho es la disminución en la superficie cultivada de tomate en Tarija en los últimos años. Mientras que en el pasado se llegaban a cultivar hasta 208 hectáreas de tomate en las comunidades, el año pasado esta cifra se redujo a tan solo 105 hectáreas, y en el presente año ni siquiera se ha alcanzado las 80 hectáreas. Esta reducción en la superficie cultivada evidencia el impacto negativo que el contrabando y los altos costos de producción están teniendo en la actividad agrícola de la región.

Además, se ha destacado la falta de incentivos por parte del Estado y la competencia desleal que representa el contrabando como factores que están desmotivando a los agricultores locales a seguir produciendo tomate en la región de Tarija. Ante esta situación crítica, los productores continúan en alerta y buscan soluciones que les permitan hacer frente a este desafiante escenario que pone en riesgo la sostenibilidad de la producción de tomate en la región.
Los agricultores de Tarija continúan en alerta ante la difícil situación que atraviesan, buscando soluciones para hacer frente al contrabando y a los altos costos de producción que amenazan la sostenibilidad de la producción de tomate en la región.