El ministro de Desarrollo Rural anuncia acciones para combatir la escasez y el alza de precios en Bolivia.
Ante la preocupante situación de escasez y alza de precios de productos básicos en Bolivia, el ministro de Desarrollo Rural, Yamil Flores, ha anunciado medidas contundentes para hacer frente al contrabando y la especulación. La producción nacional de aceite es suficiente, pero prácticas desleales han provocado problemas en el abastecimiento interno.
Ante la preocupante situación de alza de precios y escasez de productos, en particular del aceite en los mercados bolivianos, el ministro de Desarrollo Rural, Yamil Flores, ha anunciado medidas contundentes por parte del Gobierno para hacer frente a este problema. Durante su participación en el programa La Mañana en Directo de ERBOL, Flores expresó la determinación de intensificar los controles contra el contrabando, el agio y la especulación.

En relación al aceite, el ministro informó que la producción nacional es suficiente para abastecer al país, pero se han detectado prácticas desleales por parte de intermediarios y comerciantes que han provocado la escasez y el encarecimiento del producto en el mercado interno. Además, se ha identificado que el contrabando opera de diversas maneras, incluso ocultando productos en casas particulares en zonas fronterizas para llevar a cabo el contrabando hormiga.

Flores también alertó sobre la nueva estrategia de contrabandistas que están llevando ganado arreado fuera de las fronteras, recurriendo a sectores de difícil acceso para evadir los controles aduaneros. Ante esta situación, se prevé un refuerzo en los controles, tanto en las zonas fronterizas como en los mercados internos, con la asignación de más personal y recursos para garantizar el cumplimiento de las medidas.

En cuanto a los controles en los mercados, el ministro aclaró que esta responsabilidad recae en los municipios, aunque anunció que se fortalecerá el Viceministerio de Defensa del Consumidor con mayor personal para supervisar y garantizar que se respeten los precios justos y se evite la especulación.

Finalmente, se espera que el presidente Luis Arce dé a conocer próximamente las medidas concretas que se han elaborado para hacer frente a esta crisis y garantizar el abastecimiento de productos básicos a la población boliviana. La lucha contra el contrabando y la especulación se presenta como una prioridad en la agenda gubernamental para proteger la economía nacional y los intereses de los ciudadanos.
El Gobierno boliviano se compromete a intensificar los controles contra el contrabando y la especulación, con el objetivo de garantizar el abastecimiento de productos básicos a la población. Se espera que el presidente Luis Arce anuncie medidas concretas próximamente para hacer frente a esta crisis.

El líder comunitario Rodrigo Castillo alerta sobre el impacto de los incrementos de precios en la economía local.
Rodrigo Castillo ha levantado la voz de alerta ante el incremento desmedido de precios en las panificadoras locales, destacando la necesidad de tomar medidas concretas para proteger los derechos de los ciudadanos.
El dirigente barrial, Rodrigo Castillo, ha levantado la voz de alerta en relación con el incremento desproporcionado de los precios en el sector panificador local. En un contundente mensaje, Castillo hizo un llamado a la responsabilidad de los panaderos, destacando que el aumento del 100% en el valor del producto no se justifica en relación con el gramaje del mismo. Esta situación, según sus palabras, no solo impacta en el bolsillo de los consumidores, sino que afecta de manera directa a aquellos ciudadanos que dependen de ingresos diarios para subsistir.

Además, el líder comunitario apuntó directamente al Gobierno Nacional, haciendo hincapié en la falta de control sobre la escalada de precios que se está observando en todos los rubros. En ese sentido, expresó su descontento por la aparente inacción de las autoridades ante esta problemática, destacando la necesidad de que se tomen medidas concretas para proteger los derechos de los ciudadanos.

Ante este escenario, Castillo instó a la población a no quedarse de brazos cruzados y a levantar la voz en protesta. Propuso la idea de organizar una marcha y detener las actividades en el departamento como forma de presionar por un cambio en la situación actual. Su mensaje fue claro y contundente: es necesario poner un alto a los aumentos desmedidos y garantizar que los precios de los productos básicos sean justos y accesibles para todos los ciudadanos.

En medio de esta controversia, la comunidad local se encuentra dividida entre aquellos que apoyan las declaraciones de Castillo y quienes prefieren mantenerse al margen. Sin embargo, la preocupación por el impacto de los incrementos de precios en la economía doméstica es un tema que resuena en todos los sectores de la sociedad, generando un debate sobre la necesidad de establecer mecanismos de control más efectivos para evitar abusos y proteger el poder adquisitivo de la población.
Ante la falta de control sobre la escalada de precios, la comunidad local se encuentra dividida entre aquellos que apoyan las declaraciones de Castillo y quienes prefieren mantenerse al margen. Sin embargo, la preocupación por el impacto de los incrementos en la economía doméstica es un tema de debate constante.

Panaderos de la provincia Méndez se ven afectados por el incremento en costos de harina y manteca.
A pesar de las dificultades económicas derivadas del aumento en los precios de insumos clave como la harina y la manteca, los panificadores de Tarija han decidido mantener el precio del pan en dos bolivianos por unidad. Esta decisión ha generado preocupación en el sector, que se ve obligado a tomar medidas drásticas para hacer frente a la crisis.
Los panificadores de la provincia Méndez en Tarija han decidido mantener el precio del pan en dos bolivianos por unidad, a pesar de las dificultades que enfrentan debido al constante aumento de precios en los insumos clave como la harina y la manteca. Esta decisión se tomó luego de una marcha y una reunión con autoridades locales que no lograron llegar a acuerdos satisfactorios para ambas partes.

Ilda Sánchez, una de las panificadoras, expresó su preocupación por la situación del sector, señalando que no están generando ganancias debido al incremento en los costos de los insumos básicos como la harina, el azúcar y la manteca. Esta problemática ha llevado a los panificadores a anunciar un paro indefinido como medida de presión hasta que las autoridades encuentren una solución viable.

En la reunión participaron representantes de la Federación de Juntas Vecinales, la Intendencia Municipal y Defensa del Consumidor, donde el alcalde Johnny Torres mencionó que está trabajando en la inclusión de Tarija en el plan nacional de subvención de harina. Actualmente, la región está excluida de este programa, lo que ha generado malestar entre los panificadores locales.

El alcalde Torres cuestionó por qué Tarija no recibe harina subvencionada como otras regiones del país y explicó que, a pesar de las alternativas propuestas por el Gobierno, como cumplir con los requisitos para acceder al subsidio o importar harina de Argentina o Canadá, estas medidas solo representarían una reducción del 10% en los costos.

Por otro lado, se han detectado discrepancias en los precios de la harina importada en diferentes zonas de la región, lo que ha generado una mayor preocupación en el sector. La responsable departamental de Defensa del Consumidor, Silvia Palacios, destacó que se han encontrado diferencias significativas en los precios de la harina y la manteca en distintas localidades, lo que ha contribuido al aumento en los costos de producción para los panaderos.

A pesar de los esfuerzos de las autoridades por encontrar soluciones a esta problemática, los panificadores han manifestado su descontento por la falta de acción concreta para resolver el problema del alza de precios en los insumos básicos. La falta de una normativa que regule los precios del pan y los insumos en el mercado ha complicado aún más la situación, dejando en evidencia la necesidad de una intervención más activa por parte de las autoridades competentes.
La falta de acuerdos entre panificadores y autoridades locales, sumada al aumento en los costos de producción, ha llevado a un escenario de incertidumbre en el sector panadero de Tarija. Es fundamental encontrar soluciones viables para garantizar la sostenibilidad de esta actividad económica en la región.

El dirigente campesino de Tarija, Rivelino Zenteno, expresa su preocupación por el impacto del alza de precios en las comunidades rurales.
El aumento en los precios de insumos agrícolas y productos de primera necesidad está generando inquietud entre los campesinos de Tarija, quienes buscan soluciones para enfrentar esta crisis económica.
El dirigente campesino de Tarija, Rivelino Zenteno, ha manifestado su creciente inquietud ante el progresivo aumento en los precios de insumos agrícolas, abonos, fertilizantes y productos de primera necesidad, lo cual está empezando a impactar de manera significativa a las comunidades rurales del departamento. Zenteno ha señalado que si bien actualmente los precios de los productos agrícolas como la papa y el tomate se mantienen relativamente estables, existe una tendencia al alza que usualmente se agudiza durante la temporada de invierno.

Sin embargo, el mayor desafío al que se enfrentan los agricultores en la región en la actualidad, según las declaraciones de Zenteno, es el constante incremento en el costo de los abonos y fertilizantes, elementos esenciales para la producción agrícola. Esta situación se ve agravada por el encarecimiento de productos básicos que los campesinos adquieren en la ciudad para su consumo y comercialización en las comunidades.

“Los abarrotes que solemos llevar desde la ciudad a nuestras comunidades han experimentado un aumento descontrolado en sus precios, como es el caso del arroz, el aceite, la harina, entre otros productos”, explicó Zenteno. Esta escalada de precios amenaza con impactar negativamente la economía de los campesinos, que ven reducidos sus márgenes de ganancia y enfrentan mayores dificultades para cubrir sus necesidades básicas.

Ante esta problemática, el dirigente ha anunciado la convocatoria a un ampliado con las bases campesinas con el objetivo de discutir estas preocupaciones y evaluar posibles medidas para hacer frente a la crisis que afecta a los productores rurales. En este espacio de diálogo y análisis se buscarán soluciones que permitan a los agricultores sobrellevar los desafíos económicos actuales y proteger sus medios de subsistencia en un contexto de incertidumbre creciente en el mercado de insumos y productos agrícolas.

En resumen, la incertidumbre económica generada por el aumento en los precios de los insumos agrícolas y productos de primera necesidad está generando un ambiente de preocupación entre los campesinos de Tarija, quienes buscan estrategias para mitigar los efectos negativos de esta tendencia alcista en los costos de producción y consumo en el sector agrícola del departamento.
Ante la escalada de precios, los agricultores se reúnen para discutir medidas que mitiguen los efectos negativos en la producción y consumo agrícola en la región.

El aumento desmesurado en el precio del aceite vegetal y su escasez en diferentes regiones del país preocupa a la población boliviana.
La situación de escasez y aumento de precios del aceite vegetal en Bolivia ha generado inquietud a nivel nacional, con regiones como Tarija, Santa Cruz y La Paz experimentando significativos incrementos en los precios y dificultades en el abastecimiento del producto.
La escasez y el aumento desmesurado en el precio del aceite vegetal están generando inquietud a nivel nacional en Bolivia. En la región de Tarija, por ejemplo, el litro de aceite Fino se está comercializando entre 25 y 28 bolivianos en los mercados locales, mientras que en las tiendas de la Empresa de Apoyo a la Producción de Alimentos (Emapa) se puede adquirir a un precio regulado de 14 bolivianos por litro, aunque con restricciones en las ventas.

En respuesta a esta situación, se han observado largas filas desde tempranas horas de la madrugada en los puntos de venta de Emapa, donde los consumidores se ven obligados a comprar el producto en combo, consistente en dos litros de aceite más un cereal por 37 bolivianos, según testimonios recogidos por Tarija Conecta. Además, se ha informado que la empresa estatal ha decidido reducir la cantidad máxima de aceite por persona de tres a tan solo dos litros.

Este escenario no se limita únicamente a Tarija, ya que en Santa Cruz, reconocida como la principal región productora de soya y sede de las principales industrias aceiteras del país, el precio del aceite refinado ha experimentado un aumento significativo, pasando de 14 a 20 bolivianos por botella de 900 mililitros en tan solo una semana. En La Paz, tanto en mercados como en supermercados, los precios superan los 22 bolivianos por litro, y el aceite a granel prácticamente ha desaparecido del mercado.

Ante esta creciente demanda y el constante incremento en los precios, el Gobierno Nacional ha anunciado que regulará las ventas a través de Emapa, con el objetivo de asegurar una distribución equitativa del producto. De acuerdo con datos oficiales, la venta de aceite se ha triplicado en los últimos días, lo que ha generado preocupación por una posible escasez generalizada en el país.

En medio de este panorama, la percepción entre la población es cada vez más palpable, manifestándose una sensación de insostenibilidad ante la falta de acciones concretas por parte del Gobierno para garantizar el suministro de un producto básico en la alimentación de las familias bolivianas. La presión crece en la sociedad, que se muestra cada vez más exigente en la búsqueda de soluciones urgentes para hacer frente a esta problemática que afecta a la población en su día a día.
Ante la creciente demanda y los altos precios, la población boliviana espera acciones concretas por parte del Gobierno para garantizar el suministro de un producto básico en la alimentación de las familias del país.

El impacto del paro convocado por panificadoras en la ciudad de Tarija y la incertidumbre que genera entre consumidores y autoridades.
La ciudad de Tarija se ve afectada por el paro nacional convocado por panificadoras, quienes argumentan la presión por mantener precios bajos que afectan sus márgenes de ganancia, generando preocupación entre consumidores y autoridades locales.
La ciudad de Tarija se vio hoy abarrotada de personas que acudieron en masa a los diferentes mercados locales en busca de pan, en previsión del paro nacional convocado por las panificadoras para mañana martes. Este paro, según indicaron algunos de los establecimientos consultados, se debe a la presión que enfrentan por parte de los consumidores y de las autoridades para mantener los precios bajos, lo que está afectando sus márgenes de ganancia.

Una de las panificadoras consultadas expresó su preocupación por la situación, afirmando que no pueden seguir vendiendo el pan al precio actual sin obtener beneficios. “Mañana no vamos a vender pan, porque nos exigen un precio y nosotros no sacamos ganancias. Todos dicen que está caro, pero nadie piensa en que tenemos que ganar”, declaró el representante del establecimiento.

Por otro lado, los consumidores que se encontraban realizando compras en los mercados locales manifestaron su inquietud ante la posibilidad de un incremento en el precio del pan. Muchos de ellos señalaron que un aumento en el costo de este producto básico solo empeoraría la ya delicada situación económica que enfrentan, temiendo que pueda desencadenar subidas en otros sectores, como el transporte.

“Si suben el precio del pan, ¿cómo vamos a frenar que aumenten las tarifas del transporte?”, se preguntaba uno de los compradores, reflejando la preocupación generalizada entre la población.

Ante este panorama, las autoridades locales se encuentran en medio de un dilema, intentando equilibrar las necesidades de los consumidores, los panificadores y el contexto económico actual. Mientras tanto, la incertidumbre y la preocupación se mantienen en la ciudad de Tarija, a la espera de que se resuelva esta situación que afecta a todos los actores involucrados en la cadena de producción y consumo de pan.
La situación en torno al paro de panificadoras en Tarija mantiene en vilo a la población, las autoridades y los propios establecimientos ante la necesidad de encontrar un equilibrio que beneficie a todos los involucrados en la cadena de producción y consumo de pan.

La creciente inquietud por la escalada de precios y la escasez de aceite vegetal se extiende por diversas regiones de Bolivia, con Tarija como epicentro de la problemática.
La escalada de precios y la escasez de aceite vegetal han generado preocupación a nivel nacional, especialmente en Tarija, donde el valor del litro de aceite fino alcanza los 25 a 28 bolivianos. La situación se agrava con las restricciones de venta en Emapa, generando largas filas y limitando la cantidad por persona a solo dos litros.
La escalada en los precios y la escasez de aceite vegetal han generado una creciente inquietud a nivel nacional, con Tarija como epicentro de esta problemática. En la región, el valor del litro de aceite fino oscila entre 25 y 28 bolivianos en los mercados locales, mientras que en las tiendas de la Empresa de Apoyo a la Producción de Alimentos (Emapa) se mantiene regulado en 14 bolivianos por litro, aunque con condiciones de venta restrictivas.

En los últimos días, se ha observado la formación de extensas filas desde las primeras horas de la madrugada en los puntos de venta de Emapa, donde los consumidores se ven obligados a adquirir un combo que incluye dos litros de aceite y un cereal por 37 bolivianos, según testimonios recogidos por Tarija Conecta. Recientemente, la empresa estatal ajustó las restricciones de venta reduciendo la cantidad máxima por persona de tres a solo dos litros.

Esta problemática no se limita a Tarija, extendiéndose a otras regiones del país como Santa Cruz, reconocido por ser un importante productor de soya y sede de las principales industrias aceiteras en Bolivia. Aquí, el precio del aceite refinado se elevó de 14 a 20 bolivianos por botella de 900 mililitros en tan solo una semana. En La Paz, tanto en mercados como en supermercados, los precios superan los 22 bolivianos por unidad.

Ante la fuerte demanda y el constante incremento en los precios del aceite, el Gobierno nacional ha anunciado su intervención para regular las ventas a través de Emapa. Datos oficiales revelan que la venta de este producto se ha triplicado en los últimos días, generando preocupación por una eventual escasez generalizada en el país.

Desde la ciudadanía, surge una creciente percepción de que la situación es insostenible, instando al Gobierno a implementar medidas urgentes para asegurar el suministro de un producto esencial en la dieta de las familias bolivianas. Ante este panorama, se espera que las autoridades tomen acciones concretas para abordar esta crisis que afecta no solo a Tarija, sino a múltiples regiones del país.
La intervención del Gobierno nacional se hace necesaria ante la creciente demanda y los altos precios del aceite vegetal en Bolivia. La ciudadanía exige medidas urgentes para garantizar el suministro de este producto esencial en la dieta de las familias bolivianas.

La Federación Departamental de Juntas Vecinales de Tarija protesta contra la escalada de precios de la canasta básica familiar en la región.
La Fedjuve ha convocado a una marcha de protesta en Tarija para expresar su rechazo al constante aumento de precios de productos básicos. La situación ha llevado a la organización a tomar medidas para exigir soluciones concretas a las autoridades locales y nacionales.
La Federación Departamental de Juntas Vecinales de Tarija (Fedjuve) ha convocado a una gran marcha de protesta para el próximo lunes 26 de mayo a las 8:00 de la mañana, con un punto de partida en el mástil, con el objetivo de manifestar su rechazo al constante incremento de precios de los productos de la canasta básica familiar en la región.

El presidente de la Fedjuve, Celestino Barro, ha expresado su preocupación ante la situación actual, calificándola de insostenible debido a los constantes aumentos en los precios sin la implementación de medidas que contrarresten esta tendencia. Barro ha apuntado directamente al Gobierno nacional, acusándolo de no tomar medidas efectivas para estabilizar el tipo de cambio del dólar, lo cual, según sus palabras, está propiciando la especulación y encarecimiento de alimentos e insumos en el mercado local.

Dentro de los productos que han sido más afectados por esta escalada de precios se encuentra el aceite comestible, que ya alcanza los 25 bolivianos por litro en algunos establecimientos de Tarija. Asimismo, Barro ha denunciado que la Aduana no estaría cumpliendo adecuadamente con su labor de control, lo que estaría permitiendo la salida de productos hacia el contrabando en dirección a Argentina, generando desabastecimiento y presionando al alza los precios en el comercio local.

En un intento por mitigar esta crisis, la Fedjuve está gestionando con las autoridades locales y nacionales la posibilidad de que llegue harina con arancel cero al departamento. Barro ha comparado la situación de Tarija con otros departamentos donde el pan se vende a 0,50 bolivianos la unidad, mientras que en Tarija el costo es de entre dos y tres panes por cinco bolivianos, evidenciando la disparidad de precios en la región.

Por otro lado, los presidentes de los distintos barrios de Tarija solicitarán al Gobierno Municipal la habilitación de Centros de Autoempleo y Producción (CAP) para que la población pueda elaborar su propio pan y comercializarlo a un precio justo, como una alternativa frente al paro indefinido de los panaderos y la subida del precio del pan en los establecimientos comerciales.

Finalmente, Barro ha hecho un llamado a toda la ciudadanía a unirse masivamente a la marcha del próximo lunes en defensa de la economía familiar, instando al Gobierno a prestar atención a esta problemática y tomar medidas concretas para abordarla. La movilización se presenta como una oportunidad para que la voz de los ciudadanos sea escuchada y se busquen soluciones a esta situación que afecta a toda la población de Tarija.
La movilización del próximo lunes en Tarija busca presionar al Gobierno para que tome medidas efectivas frente al encarecimiento de alimentos e insumos. La Fedjuve insta a la ciudadanía a unirse a la marcha en defensa de la economía familiar.

Juan Carlos Rodríguez advierte sobre la disminución de precios y aumento de costos que afectan a los agricultores locales.
El director del Centro de Recursos Agrícolas de Tarija (CRAMA), Juan Carlos Rodríguez, ha expresado su preocupación por la difícil situación que enfrenta el sector productivo en el departamento. La disminución de precios, el aumento de costos y la entrada de mercancía de contrabando amenazan la sostenibilidad de la producción agrícola en la región.
El director del Centro de Recursos Agrícolas de Tarija (CRAMA), Juan Carlos Rodríguez, ha expresado una profunda preocupación por la difícil situación que enfrenta el sector productivo en el departamento de Tarija. Rodríguez ha alertado sobre la disminución de los precios de los productos locales, en contraste con el aumento de los costos de los insumos y la entrada de mercancía de contrabando en el mercado.

Según las declaraciones de Rodríguez, los precios de productos agropecuarios como hortalizas y tubérculos han experimentado una tendencia a la baja, impactando negativamente a los productores locales. Como ejemplo, el precio de la caja de tomates ha disminuido significativamente, pasando de 50 bolivianos en 2018 a 30 bolivianos en la actualidad, lo que supone una pérdida considerable para los agricultores de la región.

El director del CRAMA también ha destacado que los costos de producción han aumentado considerablemente, atribuyendo este incremento al tipo de cambio del dólar. Rodríguez señaló que los precios de los insumos importados han aumentado hasta un 150 por ciento debido a la fluctuación de la moneda extranjera, lo que ha impactado directamente en la rentabilidad de los agricultores locales.

En este contexto, Rodríguez ha instado a las autoridades gubernamentales a establecer una mayor coordinación con el sector productivo para abordar estos desafíos. El director del CRAMA ha solicitado la colaboración del Gobierno Nacional, Departamental y Municipal para combatir el ingreso de productos de contrabando que afectan los precios locales y ponen en riesgo la sostenibilidad de la producción en Tarija.

En conclusión, la situación actual del sector productivo en Tarija requiere de acciones coordinadas y decisiones estratégicas por parte de las autoridades competentes para proteger los intereses de los productores locales y garantizar la viabilidad de la actividad agrícola en la región.
Es imperativo que las autoridades gubernamentales tomen medidas urgentes para apoyar al sector productivo en Tarija y proteger los intereses de los agricultores locales frente a los desafíos actuales.

El gerente de operaciones de Crama Leoncio León detalla los cambios en los precios de alimentos clave en la región.
El mercado de productos agrícolas y cárnicos experimenta importantes fluctuaciones de precios, lo que podría afectar el presupuesto de las familias y el comportamiento de compra de los consumidores.
El gerente de operaciones de Crama Leoncio León proporcionó información detallada sobre los precios de diversos productos agrícolas y cárnicos, destacando importantes variaciones que impactarán en el bolsillo del consumidor. En cuanto a las hortalizas, la lechuga se sitúa en 50 bolivianos la canasta, mientras que la escarola y la variedad conocida como “señorita” alcanzan los 50 y 55 bolivianos respectivamente. La zanahoria ha experimentado un incremento significativo, llegando a los 200 bolivianos la caja y 8 bolivianos la cuartilla, lo que representa un aumento considerable en comparación con periodos anteriores.

En el caso de las papas, se observa una marcada fluctuación en los precios. La papa lisa se encuentra en 500 bolivianos la carga y 20 bolivianos la cuartilla, mientras que la papa roja está a 240 bolivianos la carga y 35 bolivianos la arroba. La papa negra presenta valores de 300 bolivianos la carga y 35 bolivianos la arroba, lo que indica una diversidad de precios que reflejan la situación del mercado agrícola en la región.

En cuanto a otras hortalizas, el quintal de zapallo se ubica en 120 bolivianos, con la cuartilla oscilando entre 10 y 12 bolivianos. El tomate, un producto de alta demanda, se encuentra a 60 bolivianos la caja, y la variedad perita a 50 bolivianos, con la cuartilla a 12 y 10 bolivianos respectivamente. Por otra parte, la oca se vende a 100 bolivianos el quintal y 10 bolivianos la cuartilla, mientras que la cebolla se sitúa en 250 bolivianos el quintal y 16 bolivianos la cuartilla, mostrando una variabilidad en los precios de las hortalizas que puede incidir en el presupuesto familiar.

En lo que respecta a las frutas, se observa que los precios se mantienen en un rango de 100 a 70 bolivianos, con la docena a 10 bolivianos. La banana se comercializa entre 5 y 7 bolivianos la docena, mientras que las manzanas rojas tienen un precio que oscila entre 25 y 30 bolivianos la docena, lo que sugiere una estabilidad relativa en estos productos.

En relación a las carnes, se reporta que el pollo se encuentra entre 21 y 22 bolivianos, el cerdo a 38 bolivianos y el cordero a 28 bolivianos por kilogramo. La carne de res presenta valores de 56 a 58 bolivianos, la carne con hueso en 48 bolivianos, la carne molida en 24 bolivianos y el puchero en 22 bolivianos, lo que refleja una variedad de precios en el sector cárnico que podría influir en las decisiones de compra de los consumidores.

En resumen, los precios de los productos agrícolas y cárnicos han experimentado variaciones significativas según el reporte proporcionado por el gerente de Crama Leoncio León, lo que podría impactar en el presupuesto de las familias y en el comportamiento del mercado local. Ante esta situación, los consumidores deberán estar atentos a los cambios en los precios y ajustar sus decisiones de compra en función de la disponibilidad y costos de los alimentos en el mercado.
Los consumidores deben estar alerta a los cambios en los precios de alimentos y adaptar sus decisiones de compra según la disponibilidad y costos en el mercado.