El presidente del Estado anuncia acciones para frenar la especulación y mejorar el abastecimiento de diésel y gasolina en el país.
El Gobierno de Bolivia ha dado a conocer una serie de medidas y decretos supremos para abordar problemas como el contrabando y la escasez de combustibles. Con el despliegue de efectivos militares en las fronteras y la normalización gradual del suministro de diésel y gasolina, se busca fortalecer la economía y garantizar el abastecimiento de productos básicos.
El Gobierno ha tomado la decisión de implementar una serie de medidas y decretos supremos con el objetivo de abordar diversos problemas que aquejan al país. En una conferencia de prensa celebrada en la Casa Grande del Pueblo, el presidente del Estado junto a cinco miembros de su gabinete de ministros presentaron las medidas adoptadas y detallaron las acciones específicas que se llevarán a cabo en cada área.

Una de las principales medidas destacadas entre las 11 anunciadas es el despliegue de 1.480 efectivos militares en las fronteras para combatir el contrabando de exportación de 17 productos de consumo básico. Este incremento de personal militar se suma a los 400 efectivos ya desplegados, y operará las 24 horas del día con el objetivo de frenar la especulación y el contrabando que afecta significativamente la economía del país.

Además, se pondrá en marcha la digitalización y centralización de los registros necesarios para el transporte de productos como animales, arroz y aceite, cuyos precios en el mercado internacional son considerablemente más altos que en el país, lo que incentiva el contrabando.

En relación al abastecimiento de combustibles, se anunció que la situación de escasez de diésel y gasolina, atribuida a las condiciones climáticas en el puerto de Arica, se normalizará gradualmente a partir del lunes 26 en Cochabamba, La Paz y Santa Cruz. Se espera que la descarga de los buques tanque en Arica se pueda llevar a cabo a partir del miércoles o jueves de la próxima semana, lo que permitirá restablecer el suministro en el resto del país.

Para evitar el desvío de combustibles hacia el mercado negro, se establecerán controles adicionales en la adquisición de diésel y gasolina en bidones, y se limitará la cantidad de gasolina que pueden adquirir los vehículos que funcionan a gas natural. Aquellos que no justifiquen la necesidad de estos combustibles para labores productivas deberán adquirirlos a precios internacionales.

En cuanto a la pérdida del poder adquisitivo de la moneda nacional, se autorizará la oferta de productos de ahorro en UFV (Unidades de Fomento a la Vivienda) para preservar el valor del ahorro de los ciudadanos. El Gobierno trabajará en conjunto con el Banco Central de Bolivia y la Autoridad de Supervisión del Sistema Financiero para implementar medidas que incentiven el ahorro y mantengan su poder adquisitivo.

Por último, se destacó la colaboración con el sector privado, con el presidente del Estado anunciando la participación de empresarios en la implementación de las nuevas medidas. Se espera una reunión con la Cámara Nacional de Industrias para discutir y coordinar la ejecución de estas acciones en conjunto.
Las medidas anunciadas por el Gobierno boliviano buscan combatir el contrabando, mejorar el abastecimiento de combustibles y preservar el valor del ahorro de los ciudadanos. La colaboración con el sector privado y la implementación de controles adicionales son clave para el éxito de estas acciones.

Las organizaciones sindicales y los microempresarios expresan su preocupación por la situación laboral en la región.
El departamento de Tarija enfrenta altos índices de desempleo, crisis económica y crecimiento del comercio informal, lo que ha generado preocupación en la Central Obrera Departamental, la Federación Sindical Única de Trabajadores Gremiales y los microempresarios.
La preocupación por los altos índices de desempleo en el departamento de Tarija ha llevado a la Central Obrera Departamental (COD), la Federación Sindical Única de Trabajadores Gremiales (FSUTGT) y los microempresarios a manifestar su inquietud por la situación económica que enfrentan tanto los trabajadores como las pequeñas empresas en la región.

Según Ray Ernesto Amador, secretario de Actas de la COD, el desempleo en Tarija ha superado el 40% en el primer trimestre del año, principalmente debido a los despidos masivos tanto en el sector público como privado. La crisis económica y la falta de presupuesto para gastos operativos han contribuido a esta situación, dejando a cientos de trabajadores sin empleo.

La falta de oportunidades laborales ha llevado a un aumento del 80% en el comercio informal en la ciudad de Tarija y localidades fronterizas como Yacuiba y Bermejo. Rubén Borja, secretario ejecutivo de la Federación Sindical Única Regional de Bermejo, señala que muchas personas que perdieron sus empleos ahora se dedican a actividades informales como la venta de alimentos y ropa para poder sobrevivir en medio de la crisis económica.

Por su parte, Alex Mamani, representante de los Microempresarios de Tarija, reconoce que varias microempresas se han visto obligadas a reducir su personal debido a la falta de movimiento económico y la baja demanda de sus productos. Mamani destaca que muchas empresas que solían tener hasta 20 empleados en 2024 ahora operan con apenas seis u ocho trabajadores.

La situación en Tarija se enmarca en un escenario nacional preocupante, según José Peñaranda, gerente de la Cámara Departamental de Industrias Oruro (CIO). Bolivia se sitúa como el país con mayor informalidad laboral en Sudamérica, con un 84% de los trabajadores en el sector informal, superando a naciones como Perú y Chile en este aspecto.

Ante este panorama, el Gobierno Nacional ha implementado una serie de medidas económicas para hacer frente a la crisis. Entre ellas se incluye el control militar en puntos fronterizos para combatir el contrabando, el incremento del límite de internación de divisas hasta 50.000 dólares y la promoción de incentivos para quienes mantengan sus ahorros en el sistema financiero. Estas medidas buscan paliar la escasez de combustible, la falta de dólares y el aumento de precios de productos básicos que han afectado a la población.

En resumen, la situación económica en Tarija refleja un panorama complejo marcado por altos índices de desempleo, crecimiento del comercio informal y dificultades para las microempresas. Las medidas gubernamentales buscan mitigar los efectos de la crisis, aunque persisten desafíos importantes en materia laboral y económica en la región y a nivel nacional.
A pesar de las medidas gubernamentales implementadas para mitigar la crisis, persisten desafíos significativos en materia laboral y económica en Tarija y a nivel nacional.