La suspensión de operaciones de transporte de Gas Licuado de Petróleo (GLP) en Bolivia genera preocupación en medio de la crisis actual.
El transporte de GLP en Bolivia se ha unido al paro de transportistas de combustible, deteniendo sus operaciones en todo el país y generando inquietud en la población y autoridades ante una posible agravación de la crisis.
El transporte de Gas Licuado de Petróleo (GLP) ha suspendido sus operaciones en todo el país desde el pasado miércoles, sumándose al paro que mantienen los transportistas de combustible en Bolivia. El diputado por Comunidad Ciudadana (CC), Edwin Rosas, ha expresado su preocupación ante esta situación, indicando que los transportistas podrían estar intentando sacar provecho del caos actual en el país para aumentar sus comisiones.

Rosas ha destacado que si bien los distribuidores de GLP no han visto un aumento en sus comisiones en más de dos décadas, considera que este no es el momento adecuado para presionar al gobierno de esta manera. En sus declaraciones, el legislador nacional ha advertido sobre el riesgo de profundizar la crisis que ya afecta a Bolivia, señalando que ceder a demandas en medio de la situación actual podría tener consecuencias negativas para la población.

El parlamentario ha subrayado que, con las elecciones próximas en el horizonte, el gobierno ya enfrenta dificultades para mantener su sostenibilidad, y no cree que pueda atender las demandas de los transportistas en este momento. En su opinión, sería más adecuado esperar a que las nuevas autoridades electas aborden estos temas en el futuro.

La suspensión de las operaciones de transporte de GLP agrega presión a la situación ya tensa en Bolivia, donde los conflictos sociales se han intensificado en medio de la crisis política y económica que atraviesa el país. Mientras tanto, se espera que las autoridades y los sectores involucrados busquen soluciones para evitar un mayor impacto en la población y en la economía nacional.
Es crucial buscar soluciones dialogadas para evitar impactos negativos en la población y mantener la estabilidad en un momento político y social delicado para Bolivia.