El ministro de Desarrollo Rural anuncia acciones para combatir la escasez y el alza de precios en Bolivia.
Ante la preocupante situación de escasez y alza de precios de productos básicos en Bolivia, el ministro de Desarrollo Rural, Yamil Flores, ha anunciado medidas contundentes para hacer frente al contrabando y la especulación. La producción nacional de aceite es suficiente, pero prácticas desleales han provocado problemas en el abastecimiento interno.
Ante la preocupante situación de alza de precios y escasez de productos, en particular del aceite en los mercados bolivianos, el ministro de Desarrollo Rural, Yamil Flores, ha anunciado medidas contundentes por parte del Gobierno para hacer frente a este problema. Durante su participación en el programa La Mañana en Directo de ERBOL, Flores expresó la determinación de intensificar los controles contra el contrabando, el agio y la especulación.

En relación al aceite, el ministro informó que la producción nacional es suficiente para abastecer al país, pero se han detectado prácticas desleales por parte de intermediarios y comerciantes que han provocado la escasez y el encarecimiento del producto en el mercado interno. Además, se ha identificado que el contrabando opera de diversas maneras, incluso ocultando productos en casas particulares en zonas fronterizas para llevar a cabo el contrabando hormiga.

Flores también alertó sobre la nueva estrategia de contrabandistas que están llevando ganado arreado fuera de las fronteras, recurriendo a sectores de difícil acceso para evadir los controles aduaneros. Ante esta situación, se prevé un refuerzo en los controles, tanto en las zonas fronterizas como en los mercados internos, con la asignación de más personal y recursos para garantizar el cumplimiento de las medidas.

En cuanto a los controles en los mercados, el ministro aclaró que esta responsabilidad recae en los municipios, aunque anunció que se fortalecerá el Viceministerio de Defensa del Consumidor con mayor personal para supervisar y garantizar que se respeten los precios justos y se evite la especulación.

Finalmente, se espera que el presidente Luis Arce dé a conocer próximamente las medidas concretas que se han elaborado para hacer frente a esta crisis y garantizar el abastecimiento de productos básicos a la población boliviana. La lucha contra el contrabando y la especulación se presenta como una prioridad en la agenda gubernamental para proteger la economía nacional y los intereses de los ciudadanos.
El Gobierno boliviano se compromete a intensificar los controles contra el contrabando y la especulación, con el objetivo de garantizar el abastecimiento de productos básicos a la población. Se espera que el presidente Luis Arce anuncie medidas concretas próximamente para hacer frente a esta crisis.

Medidas implementadas por el Gobierno boliviano para asegurar el suministro de combustible y combatir la especulación.
El presidente de Bolivia, Luis Arce, anunció importantes medidas para garantizar el abastecimiento regular de combustible en el país, en medio de una crisis por escasez que ha generado largas filas en las estaciones de servicio.
El presidente de Bolivia, Luis Arce, anunció que a partir del lunes se garantizará al 100% el abastecimiento regular de combustible en el eje troncal del país. Esta medida se tomó en medio de una nueva crisis por la escasez de diésel y gasolina que ha generado largas filas de vehículos en las estaciones de servicio.

Arce informó que se espera la descarga de aproximadamente 149 millones de litros de carburantes líquidos en la Terminal marítima Sica Sica en los siguientes días, lo que se estima podría ocurrir entre el 28 y 29 de mayo, considerando el comportamiento del mar y su impacto en la costa.

Por otro lado, el mandatario reveló que Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB) ya no tendrá autorización para utilizar activos virtuales, en un intento por evitar la especulación en el precio del dólar. Esta decisión se tomó a través del Decreto Supremo 5399, con el objetivo de reducir la fase “especulativa” que ha afectado el tipo de cambio en los últimos días.

Además, el Gobierno boliviano ha desplegado más de 1.480 uniformados en las fronteras del país para reforzar los controles al contrabando de productos alimenticios de primera necesidad. Se ha implementado un nuevo sistema digital de guías de movimiento del Senasag para supervisar el transporte de animales vivos y alimentos.

En cuanto a medidas económicas, se ha diferido el gravamen arancelario al 0% hasta el 31 de diciembre de este año para la importación de pollitos bebé, insumos sanitarios, vitaminas y vacunas. También se ha establecido la importación con arancel del 0% para los aditivos e insumos necesarios para la producción e industria del aceite.

El ministro de Hidrocarburos, Alejandro Gallardo, anunció que se regulará la venta de gasolina a vehículos convertidos a Gas Natural Vehicular (GNV), ya que se ha descubierto que están cargando más gasolina de lo necesario para revenderla a precios especulativos. Se implementará la zonificación y sectorialización de la venta de diésel y gasolina en bidones para evitar la especulación y reventa de combustible.
El Gobierno boliviano ha tomado decisiones contundentes para asegurar el suministro de combustible, combatir la especulación y reforzar los controles fronterizos para evitar el contrabando de productos alimenticios.

La falta de aceite a granel y su encarecimiento generan largas filas y preocupación entre los compradores en Sucre.
El Mercado Campesino de Sucre se ha convertido en escenario de preocupación para los consumidores que buscan aceite comestible a granel, un producto que escasea y se ha encarecido en los últimos meses. La situación ha obligado a las familias a replantear sus hábitos de compra y recurrir a opciones más accesibles en medio de la crisis.
El Mercado Campesino de Sucre se ha convertido en escenario de largas filas y preocupación para los consumidores en busca de aceite comestible a granel, un producto que ha experimentado una marcada escasez y encarecimiento en los últimos meses. Según pudo constatar el equipo de Periodismo que Cuenta durante una visita este sábado, día de feria, cientos de personas se congregaron desde tempranas horas con la esperanza de adquirir al menos un litro del preciado producto.

Actualmente, el aceite a granel se comercializa a 17 bolivianos el litro en el mercado local, mientras que un envase de 900 ml en botella sellada alcanza un costo de hasta 23 bolivianos, más del doble de su precio habitual en años anteriores. Esta situación ha obligado a muchas familias a replantear sus hábitos de compra y recurrir al aceite a granel como única opción accesible en medio de la crisis.

Testimonios recogidos en el mercado reflejan la preocupación y la incomodidad de los consumidores frente a esta realidad. Magui, una joven madre que esperaba en la fila con su bebé en brazos, compartió su experiencia: “Nunca había comprado aceite a granel, ahora lo tengo que hacer, porque no hay o está demasiado caro”. Otros compradores, como Álvaro, expresaron su frustración por tener que dedicar tiempo y esfuerzo para conseguir un producto esencial en su dieta diaria.

Detrás de esta escalada de precios y escasez, los productores señalan diversos factores determinantes. Entre ellos se destacan las restricciones a la exportación de soya, materia prima fundamental para la elaboración de aceite, el contrabando que desvía grandes volúmenes del producto hacia mercados extranjeros, la especulación y acaparamiento en el mercado interno, así como la deficiente regulación en los mercados mayoristas y minoristas que propician márgenes de beneficio excesivos.

Ante este panorama, la incertidumbre y la preocupación persisten entre los consumidores, quienes ven cómo un producto básico como el aceite se convierte en un desafío más en su economía familiar. La situación plantea la necesidad de abordar de manera integral las causas que han llevado a esta crisis, a fin de garantizar el acceso equitativo a alimentos esenciales para la población.
La escalada de precios y escasez de aceite comestible en Sucre refleja la necesidad de abordar integralmente las causas que han llevado a esta crisis, garantizando el acceso equitativo a alimentos esenciales para la población.

El aumento desmesurado en el precio del aceite vegetal y su escasez en diferentes regiones del país preocupa a la población boliviana.
La situación de escasez y aumento de precios del aceite vegetal en Bolivia ha generado inquietud a nivel nacional, con regiones como Tarija, Santa Cruz y La Paz experimentando significativos incrementos en los precios y dificultades en el abastecimiento del producto.
La escasez y el aumento desmesurado en el precio del aceite vegetal están generando inquietud a nivel nacional en Bolivia. En la región de Tarija, por ejemplo, el litro de aceite Fino se está comercializando entre 25 y 28 bolivianos en los mercados locales, mientras que en las tiendas de la Empresa de Apoyo a la Producción de Alimentos (Emapa) se puede adquirir a un precio regulado de 14 bolivianos por litro, aunque con restricciones en las ventas.

En respuesta a esta situación, se han observado largas filas desde tempranas horas de la madrugada en los puntos de venta de Emapa, donde los consumidores se ven obligados a comprar el producto en combo, consistente en dos litros de aceite más un cereal por 37 bolivianos, según testimonios recogidos por Tarija Conecta. Además, se ha informado que la empresa estatal ha decidido reducir la cantidad máxima de aceite por persona de tres a tan solo dos litros.

Este escenario no se limita únicamente a Tarija, ya que en Santa Cruz, reconocida como la principal región productora de soya y sede de las principales industrias aceiteras del país, el precio del aceite refinado ha experimentado un aumento significativo, pasando de 14 a 20 bolivianos por botella de 900 mililitros en tan solo una semana. En La Paz, tanto en mercados como en supermercados, los precios superan los 22 bolivianos por litro, y el aceite a granel prácticamente ha desaparecido del mercado.

Ante esta creciente demanda y el constante incremento en los precios, el Gobierno Nacional ha anunciado que regulará las ventas a través de Emapa, con el objetivo de asegurar una distribución equitativa del producto. De acuerdo con datos oficiales, la venta de aceite se ha triplicado en los últimos días, lo que ha generado preocupación por una posible escasez generalizada en el país.

En medio de este panorama, la percepción entre la población es cada vez más palpable, manifestándose una sensación de insostenibilidad ante la falta de acciones concretas por parte del Gobierno para garantizar el suministro de un producto básico en la alimentación de las familias bolivianas. La presión crece en la sociedad, que se muestra cada vez más exigente en la búsqueda de soluciones urgentes para hacer frente a esta problemática que afecta a la población en su día a día.
Ante la creciente demanda y los altos precios, la población boliviana espera acciones concretas por parte del Gobierno para garantizar el suministro de un producto básico en la alimentación de las familias del país.

La creciente inquietud por la escalada de precios y la escasez de aceite vegetal se extiende por diversas regiones de Bolivia, con Tarija como epicentro de la problemática.
La escalada de precios y la escasez de aceite vegetal han generado preocupación a nivel nacional, especialmente en Tarija, donde el valor del litro de aceite fino alcanza los 25 a 28 bolivianos. La situación se agrava con las restricciones de venta en Emapa, generando largas filas y limitando la cantidad por persona a solo dos litros.
La escalada en los precios y la escasez de aceite vegetal han generado una creciente inquietud a nivel nacional, con Tarija como epicentro de esta problemática. En la región, el valor del litro de aceite fino oscila entre 25 y 28 bolivianos en los mercados locales, mientras que en las tiendas de la Empresa de Apoyo a la Producción de Alimentos (Emapa) se mantiene regulado en 14 bolivianos por litro, aunque con condiciones de venta restrictivas.

En los últimos días, se ha observado la formación de extensas filas desde las primeras horas de la madrugada en los puntos de venta de Emapa, donde los consumidores se ven obligados a adquirir un combo que incluye dos litros de aceite y un cereal por 37 bolivianos, según testimonios recogidos por Tarija Conecta. Recientemente, la empresa estatal ajustó las restricciones de venta reduciendo la cantidad máxima por persona de tres a solo dos litros.

Esta problemática no se limita a Tarija, extendiéndose a otras regiones del país como Santa Cruz, reconocido por ser un importante productor de soya y sede de las principales industrias aceiteras en Bolivia. Aquí, el precio del aceite refinado se elevó de 14 a 20 bolivianos por botella de 900 mililitros en tan solo una semana. En La Paz, tanto en mercados como en supermercados, los precios superan los 22 bolivianos por unidad.

Ante la fuerte demanda y el constante incremento en los precios del aceite, el Gobierno nacional ha anunciado su intervención para regular las ventas a través de Emapa. Datos oficiales revelan que la venta de este producto se ha triplicado en los últimos días, generando preocupación por una eventual escasez generalizada en el país.

Desde la ciudadanía, surge una creciente percepción de que la situación es insostenible, instando al Gobierno a implementar medidas urgentes para asegurar el suministro de un producto esencial en la dieta de las familias bolivianas. Ante este panorama, se espera que las autoridades tomen acciones concretas para abordar esta crisis que afecta no solo a Tarija, sino a múltiples regiones del país.
La intervención del Gobierno nacional se hace necesaria ante la creciente demanda y los altos precios del aceite vegetal en Bolivia. La ciudadanía exige medidas urgentes para garantizar el suministro de este producto esencial en la dieta de las familias bolivianas.

Vecinos y autoridades buscan soluciones conjuntas para garantizar el suministro de pan en Tarija.
Un grupo de vecinos de Tarija se ha reunido en la Alcaldía Municipal para abordar la problemática del suministro de pan en la ciudad. La colaboración entre la comunidad y las autoridades locales busca encontrar soluciones efectivas para garantizar el abastecimiento de este alimento básico.
Un grupo de vecinos de diversos barrios de la ciudad de Tarija se ha reunido en la Alcaldía Municipal para plantear sus preocupaciones en torno a la problemática del suministro de pan en la localidad. La solicitud de una audiencia con el alcalde Johnny Torres busca encontrar soluciones efectivas a esta situación que afecta a numerosas familias de la región.

En sus declaraciones, uno de los vecinos manifestó que la intención no es reemplazar a los proveedores habituales de pan, sino más bien buscar alternativas para garantizar el abastecimiento de este alimento básico para la comunidad. Se ha propuesto establecer un diálogo constructivo que permita encontrar soluciones a corto plazo, con la meta de resolver la situación antes de que finalice el mes de agosto.

Por su parte, el alcalde Torres ha instado a los panificadores a adoptar una postura más colaborativa, destacando la importancia de trabajar de manera conjunta para superar los desafíos actuales. En este sentido, ha enfatizado la necesidad de organizarse y coordinar esfuerzos en beneficio de la población, asegurando el respaldo y apoyo necesario para lograr una pronta solución a esta problemática.

La comunidad local se encuentra a la espera de acciones concretas por parte de las autoridades y los panificadores, con la esperanza de que se logre restablecer el suministro de pan de forma regular y satisfactoria para todos los habitantes de Tarija. La colaboración y el trabajo conjunto se presentan como elementos clave para encontrar una salida favorable a esta situación que ha generado preocupación e incomodidad en la población.
La colaboración y el diálogo entre vecinos, autoridades y panificadores se presentan como la clave para resolver la escasez de pan en Tarija y garantizar un suministro regular y satisfactorio para toda la comunidad.

La Asociación de Surtidores de Tarija descarta desabastecimiento y llama a la calma en medio de largas filas en gasolineras.
La ciudad de Tarija se encuentra en medio de una situación de incertidumbre debido a especulaciones sobre una posible escasez de carburantes. A pesar de las largas filas en las estaciones de servicio, la Asociación de Surtidores de Tarija ha asegurado que no hay desabastecimiento, atribuyendo la situación a miedo y desinformación.
La ciudad de Tarija se encuentra envuelta en una atmósfera de incertidumbre y desinformación en medio de crecientes especulaciones sobre una posible escasez de carburantes. En los últimos días, las estaciones de servicio han sido testigos de largas filas de vehículos, alimentadas por el temor a una interrupción en el suministro debido al paro de los propietarios de cisternas.

Ante esta situación, la Asociación de Surtidores de Tarija (Asosur) ha salido al paso para descartar de manera contundente la posibilidad de desabastecimiento. Moisés Hidalgo, presidente de Asosur, ha asegurado que los niveles de diésel y gasolina se mantienen estables en la región, sin variaciones significativas en comparación con semanas anteriores.

A pesar de estas garantías, Hidalgo reconoció un notable aumento en la afluencia de consumidores a las gasolineras, tanto para adquirir gasolina como diésel. Este fenómeno, lejos de ser provocado por una disminución en la oferta, responde más bien a una reacción impulsada por el miedo y la desinformación que circula en ciertos sectores a través de las redes sociales.

El presidente de Asosur alertó sobre la peligrosa combinación de desinformación y pánico que está permeando a la población, generando un efecto dominó de filas en las estaciones de servicio que, paradójicamente, refuerzan la sensación de escasez. En este sentido, se comprometió a fortalecer la transparencia en el manejo del suministro mediante una reunión programada con YPFB en los próximos días, con el objetivo de brindar un informe detallado sobre la distribución y, así, disipar la alarma social.

No obstante, Hidalgo también hizo hincapié en otro factor subyacente que está contribuyendo a la inestabilidad en la región, la incertidumbre política que se vive a nivel nacional. Las tensiones preelectorales y los discursos alarmistas de ciertos actores políticos están exacerbando los ánimos y generando reacciones anticipadas en la ciudadanía, según el análisis del representante de Asosur.

En este contexto de crispación y desconfianza, la calma y la racionalidad se presentan como elementos clave para contrarrestar la propagación del pánico y garantizar un abastecimiento adecuado de carburantes en la ciudad de Tarija.
La calma y la racionalidad son fundamentales para contrarrestar el pánico y garantizar un abastecimiento adecuado de carburantes en Tarija, a pesar de las tensiones políticas y la desinformación circulante.

El ejecutivo de la empresa de autotransporte 15 de Abril alerta sobre la falta de diésel en la región y señala la necesidad de una distribución equitativa.
El ejecutivo Gabriel Pérez ha levantado la voz sobre la escasez de combustible en Tarija, atribuyendo el problema al desvío de diésel hacia otras regiones del país. Esta situación ha generado preocupación en la comunidad y en sectores clave como la minería, que dependen del suministro de combustible para sus operaciones.
El ejecutivo de la empresa de autotransporte 15 de Abril, Gabriel Pérez, ha hecho una denuncia pública sobre la escasez de combustible en la región, señalando que una de las causas principales de este problema radica en el desvío de una gran cantidad de combustible hacia la región occidental del país. Según Pérez, la demanda de diésel en la provincia de Potosí, especialmente por parte del sector minero, está provocando que una parte significativa del combustible producido en Tarija sea transportado hacia otras zonas del país, dejando a la región con un suministro insuficiente.

El ejecutivo expresó su preocupación por esta situación, argumentando que la subvención que se otorga al combustible debería ser distribuida de manera equitativa y no favorecer únicamente a sectores específicos como la minería. Además, Pérez destacó que teniendo en cuenta el tamaño del parque automotor en Tarija en comparación con otras regiones, resulta sorprendente que la escasez de combustible sea un problema tan acuciante en la zona.

Ante esta situación, Pérez anunció que la empresa 15 de Abril tiene planeado solicitar una reunión con representantes de YPFB (Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos) y la ANH (Agencia Nacional de Hidrocarburos), con el objetivo de obtener explicaciones claras sobre las causas de la escasez de gasolina y diésel en la región. Se espera que en esta reunión se aborden los motivos detrás de la falta de combustible y se busquen soluciones para garantizar un suministro adecuado para la población y las actividades económicas de Tarija.

La preocupación de Gabriel Pérez resalta la importancia estratégica del suministro de combustible en la región y la necesidad de abordar de manera efectiva las causas que están generando esta escasez. La situación planteada por el ejecutivo de 15 de Abril pone de manifiesto la complejidad de la distribución de combustible en el país y la importancia de garantizar un equilibrio en su reparto para satisfacer las necesidades de todos los sectores de la sociedad.
La denuncia de Gabriel Pérez pone de manifiesto la necesidad de abordar de manera urgente la distribución de combustible en Tarija para garantizar el abastecimiento de la población y de las actividades económicas de la región.

La falta de insumos médicos en hospitales de Tarija ha generado una crisis en el sistema de salud de la región.
La escasez de medicamentos en los hospitales de Tarija ha alcanzado niveles críticos, poniendo en riesgo la atención médica de la población y generando preocupación en las autoridades de salud.
En las últimas semanas, los hospitales de diversas localidades de Tarija han enfrentado graves dificultades para adquirir medicamentos, lo que ha exacerbado la crisis en el sistema de salud pública de la región. A pesar de las afirmaciones del Gobierno respecto a la puntualidad en la transferencia de recursos, los centros de salud atribuyen esta escasez a factores externos como la escasez de oferentes y la inestabilidad del dólar, que ha provocado un aumento en los precios y el desabastecimiento de las farmacias hospitalarias.

La directora del Sistema Único de Salud (SUS), María Bolivia Rothe, en una entrevista con El País, desmintió que la falta de medicamentos sea resultado de la inacción del Gobierno central. Rothe destacó que se trata de una responsabilidad compartida y que los fondos para la adquisición de insumos fueron transferidos desde enero de este año a la Gobernación de Tarija. Se detalló que se asignaron 16,7 millones de bolivianos para distintos hospitales, siendo el Hospital Regional San Juan de Dios (HRSJD), el Materno Infantil, el Hospital Virgen de Chaguaya de Bermejo y el Intraid los beneficiarios.

A pesar de la disponibilidad de estos recursos desde principios de año, la ejecución de los mismos ha sido desigual entre los hospitales. Según los datos proporcionados por Rothe, el Hospital Virgen de Chaguaya ha ejecutado el 88,79% del presupuesto asignado, mientras que el HRSJD ha alcanzado el 72%. En contraste, el Materno Infantil e Intraid presentan tasas de ejecución significativamente más bajas, con un 19,60% y 11,29%, respectivamente.

La directora del SUS enfatizó que las compras podrían haberse realizado antes de que la situación se agravara, instando a los hospitales a hacer uso de las “compras menores” para agilizar la adquisición de medicamentos.

A pesar de las acciones tomadas por el Gobierno, como la eliminación de aranceles para la importación de medicamentos y la actualización de precios a través de la Agencia Estatal de Medicamentos (Agemed), muchas licitaciones continúan sin oferentes. Rothe reconoció las dificultades para atraer proponentes a las licitaciones y señaló que esta situación escapa al control del Ministerio de Salud.

En el caso específico del municipio de Bermejo, se aprobó un presupuesto de 1.226.000 bolivianos para la compra de medicamentos, pero solo se adjudicaron 723.000 debido a que cerca de 90 ítems quedaron desiertos, representando un valor aproximado de medio millón de bolivianos. El presidente del Concejo Municipal, Gabriel Calapiña, explicó que el incremento en los precios de los medicamentos ha disuadido a las empresas de participar en las licitaciones.

Ante esta situación crítica, se ha solicitado al Gobierno nacional un refuerzo económico para hacer frente a la emergencia sanitaria. Con más de 2 millones de bolivianos de saldo en caja y bancos de la gestión anterior, se busca utilizar estos fondos para cubrir las necesidades urgentes en el sistema de salud de la región.
La falta de medicamentos en los hospitales de Tarija es un problema complejo que requiere de acciones urgentes por parte de las autoridades para garantizar la salud de la población.

Protesta ciudadana denuncia la crisis económica y exige soluciones a las autoridades
Una multitudinaria marcha en Tarija reunió a diversos sectores sociales para expresar su rechazo al constante incremento de precios en la canasta básica, la escasez de combustibles y la falta de dólares en el país. La protesta, convocada por la Fejuve, refleja el malestar de la población ante la crisis económica que atraviesa la región.
Una masiva marcha tuvo lugar en la ciudad de Tarija este lunes, atravesando las principales calles hasta llegar a la plaza Luis de Fuentes, como muestra de rechazo al constante aumento de precios en los productos de la canasta básica, la escasez de combustibles y la falta de dólares en el país. Convocada por la Federación de Juntas Vecinales de Cercado (Fejuve), la protesta contó con la participación de su presidente, Ramiro Ríos, así como de comerciantes, campesinos y diversos sectores sociales.

Durante la movilización, Ríos denunció enfáticamente la situación, señalando que los precios se han disparado, llegando incluso a 150 bolivianos por un litro de aceite. En ese sentido, el líder vecinal exigió cambios en la dirección de la Aduana y del Senasag, responsabilizándolos de la falta de control que facilita el contrabando y perjudica directamente a la población.

En medio de la manifestación, los participantes también criticaron las políticas económicas implementadas por el Gobierno central, manifestando su preocupación por la desinformación y la tendencia a criminalizar a los comerciantes, factores que agravan la crisis actual. Una vendedora del mercado Campesino expresó la precariedad en la que se encuentran, defendiéndose de las acusaciones y resaltando que su labor se limita a adquirir productos al precio que se les impone, para luego venderlos y obtener un beneficio justo con el que sostener sus gastos diarios.

El descontento se hizo patente en varios centros de abastecimiento de la ciudad, como el mencionado mercado Campesino, donde los puestos permanecieron cerrados como muestra de protesta. Los carteles exhibidos en el lugar reflejaban un malestar generalizado, con consignas como “Economía de Bolivia Q.E.P.D.”, “Basta de culpar a los comerciantes” y “Los gobernantes destruyen la economía y quieren silenciarnos”.

La Fejuve advirtió que, de no obtener respuestas satisfactorias a sus demandas, continuarán con medidas de presión en defensa de la economía popular y en apoyo al derecho de la ciudadanía a adquirir productos básicos a precios justos. La tensión en torno a la situación económica y social en Tarija parece estar en un punto crítico, con la población movilizándose activamente para exigir cambios y soluciones a las autoridades competentes.
La manifestación en Tarija evidencia la urgencia de soluciones a la crisis económica que afecta a la población, poniendo de manifiesto la necesidad de medidas concretas por parte de las autoridades.