Un análisis profundo sobre las dificultades que enfrentan los hombres jóvenes en áreas como la salud mental, el desempeño académico y las relaciones de pareja.
La crisis que atraviesan los hombres jóvenes en la sociedad actual, evidenciada por estadísticas alarmantes, plantea interrogantes sobre su bienestar en comparación con las mujeres jóvenes. Desde problemas de salud mental hasta dificultades en el ámbito académico y económico, parece existir un rezago preocupante en este segmento de la población.
Los hombres jóvenes en la sociedad actual están enfrentando diversas dificultades, reflejadas en estadísticas alarmantes que evidencian un deterioro en su bienestar en comparación con las mujeres jóvenes. Desde problemas de salud mental y física hasta dificultades en el desempeño académico y en los niveles de ingresos, los jóvenes varones parecen estar rezagados en varios aspectos.

Scott Galloway, un reconocido profesor de la Universidad de Nueva York, ha estado abordando esta problemática a través de diversas plataformas, como su podcast “Lost Boys” y su próximo libro “Notes on Being a Man”. Galloway se ha involucrado también en asesorar al Partido Demócrata de EE.UU. sobre cómo conectar con los hombres jóvenes.

La crisis que atraviesan los hombres jóvenes se manifiesta en cifras alarmantes de suicidios, adicciones, depresión y falta de perspectivas económicas. Este fenómeno ha llevado a una generación que enfrenta altos niveles de obesidad, ansiedad y depresión, siendo la primera en no superar en bienestar a sus padres a la misma edad.

La soledad es otro aspecto preocupante, especialmente para los hombres jóvenes, quienes tienden a canalizar su energía de manera menos productiva que las mujeres, lo que los lleva a situaciones de aislamiento y falta de viabilidad emocional y económica.

En un contexto donde las mujeres jóvenes están superando a los hombres en ingresos y logros educativos, se plantea un escenario complejo para las relaciones de pareja. El desequilibrio económico y emocional entre géneros ha llevado a situaciones donde las mujeres se ven atraídas por hombres mayores y más estables, lo que plantea interrogantes sobre el futuro de las relaciones entre ambos géneros.

Galloway propone una redefinición de conceptos tradicionales de masculinidad como proveedor, protector y procreador, instando a los hombres a asumir responsabilidades económicas y emocionales en un mundo en constante cambio. Además, sugiere que la sociedad necesita encontrar soluciones para elevar el nivel de viabilidad económica de los jóvenes y fomentar relaciones significativas y profundas.

En medio de estos desafíos, Galloway también plantea la necesidad de empatía y colaboración entre géneros, reconociendo que tanto hombres como mujeres enfrentan dificultades y que trabajar juntos es fundamental para lograr un progreso equitativo y sostenible.
Ante los desafíos que enfrentan los hombres jóvenes en la actualidad, es crucial abordar la situación con empatía, colaboración y propuestas de cambio. La redefinición de conceptos de masculinidad y la búsqueda de soluciones para elevar su viabilidad económica y emocional son pasos fundamentales hacia un futuro más equitativo y sostenible.

El vicepresidente de la Cámara Agropecuaria de Cochabamba advierte sobre la grave situación que enfrenta el sector debido a factores como la subida del dólar paralelo, el aumento de precios de insumos importados y la escasez de combustible.
El sector agropecuario de Cochabamba se encuentra en una profunda crisis que pone en riesgo la seguridad alimentaria y los mercados de exportación. La subida del dólar paralelo, el encarecimiento de insumos importados y la escasez de combustible han impactado negativamente en la capacidad de producción de los agricultores de la región.
El sector agropecuario de Cochabamba se encuentra sumido en una profunda crisis, según advirtió Rolando Morales, vicepresidente de la Cámara Agropecuaria de la región. Factores como la subida del dólar paralelo, el aumento de los precios de insumos importados y la escasez de combustible han generado una situación crítica que amenaza la seguridad alimentaria y los mercados de exportación.

Morales señaló que la situación actual no ha mejorado para los productores, quienes vienen arrastrando dificultades desde el año anterior. La combinación de sequía, falta de combustibles y encarecimiento de los insumos ha impactado de manera negativa en la capacidad de producción del sector.

En este sentido, el vicepresidente destacó que el 70% de los insumos utilizados en la agricultura son importados y están directamente ligados al precio del dólar. El incremento del dólar paralelo ha encarecido elementos esenciales como fertilizantes, agroquímicos y maquinaria, lo que ha impactado significativamente en los costos de producción.

Por otro lado, la escasez de gasolina y diésel ha sido otro factor determinante que está afectando seriamente al agro cochabambino. Estos combustibles son esenciales para el funcionamiento de la maquinaria agrícola y el transporte de productos a los mercados, sin embargo, la falta de provisión y las largas filas para obtenerlos están generando retrasos en la cosecha, encarecimiento del transporte y una disminución en la calidad de los productos.

Estas dificultades ya se están reflejando en una reducción de la productividad en el sector. Según el dirigente, los agricultores han tenido que reducir el área sembrada y disminuir la intensidad de sus cultivos como respuesta a las condiciones adversas que enfrentan.

En resumen, la situación crítica que atraviesa el sector agrícola en Cochabamba representa un desafío importante para la seguridad alimentaria y la economía de la región, por lo que se requiere una pronta atención y medidas que ayuden a mitigar los efectos negativos que están impactando a los productores y los mercados.
La situación crítica que atraviesa el sector agrícola en Cochabamba representa un desafío importante para la seguridad alimentaria y la economía regional. Es necesario implementar medidas urgentes para mitigar los efectos negativos que están afectando a los productores y los mercados.

El ministro de Hidrocarburos anuncia acciones para normalizar el suministro de combustibles en Bolivia.
Ante la escasez de combustibles en Bolivia por falta de divisas, el Gobierno ha implementado un paquete de medidas para abordar la crisis actual y garantizar el suministro de combustibles a la población.
El ministro de Hidrocarburos, Alejandro Gallardo, ha reconocido la delicada situación que atraviesa Bolivia debido a la escasez de combustibles provocada por la falta de divisas en el país. A pesar de esto, se ha anunciado que se están redoblando esfuerzos para normalizar el suministro en el eje troncal del país a partir del próximo lunes. Estas medidas forman parte de un paquete de 11 medidas anunciadas por el Gobierno, las cuales buscan hacer frente a la crisis actual.

Durante un contacto con Los Tiempos, el ministro Gallardo explicó que las medidas están respaldadas por siete decretos y tienen como objetivo abordar tres aspectos principales que están afectando a la población boliviana. En primer lugar, se busca controlar el alza de precios en algunos productos, la especulación y el contrabando. En segundo lugar, se pretende regular el abastecimiento de combustible, que actualmente se encuentra en una situación crítica. Por último, se han implementado medidas relacionadas con el tipo de cambio, incluyendo el uso de criptomonedas en transacciones.

Una de las principales razones detrás de la escasez de combustibles en Bolivia es la falta de divisas para adquirirlos, provocada en parte por la interrupción de ingresos provenientes de exportaciones, remesas, bonos y créditos externos. Esta situación se ve agravada por la falta de planificación en el sector de exploración y explotación de hidrocarburos en el pasado, lo cual ha afectado la generación de divisas en el país.

Para hacer frente a esta crisis, se están implementando medidas estructurales que incluyen proyectos exploratorios y la producción de biodiésel, con resultados esperados a partir del año 2026. Además, se está trabajando en la obtención de divisas a través de acciones financieras y logísticas para garantizar el suministro de combustible a partir del lunes.

En cuanto a la logística de distribución, se ha señalado que el puerto de Arica, que es crucial para la importación de combustibles, ha estado afectado por condiciones meteorológicas adversas desde el 6 de mayo. A pesar de esto, se espera que entre el 26 y 29 de mayo se pueda descargar una cantidad importante de combustibles, lo que ayudará a mitigar la escasez en el país.

Además de las medidas logísticas, se han anunciado controles más estrictos en la distribución y uso de combustibles en Bolivia. Se han identificado irregularidades como el uso indebido de vehículos subvencionados para actividades ilícitas, lo que llevará a la aplicación de tarifas internacionales a quienes excedan los límites permitidos. Asimismo, se han implementado restricciones en la venta de combustibles en bidones para evitar su almacenamiento y comercialización a precios especulativos, especialmente en actividades ilícitas como el contrabando y el narcotráfico.

En resumen, el Gobierno boliviano está tomando medidas contundentes para hacer frente a la crisis de combustibles en el país, abordando tanto aspectos logísticos como de regulación y control. Se espera que estas acciones contribuyan a normalizar el suministro de combustibles y a combatir prácticas ilegales en el sector.
Las medidas anunciadas por el Gobierno de Bolivia buscan regular el abastecimiento de combustible, controlar la especulación y el contrabando, y garantizar la obtención de divisas para enfrentar la crisis actual con un enfoque estructural a largo plazo.

Medidas implementadas por el Gobierno boliviano para asegurar el suministro de combustible y combatir la especulación.
El presidente de Bolivia, Luis Arce, anunció importantes medidas para garantizar el abastecimiento regular de combustible en el país, en medio de una crisis por escasez que ha generado largas filas en las estaciones de servicio.
El presidente de Bolivia, Luis Arce, anunció que a partir del lunes se garantizará al 100% el abastecimiento regular de combustible en el eje troncal del país. Esta medida se tomó en medio de una nueva crisis por la escasez de diésel y gasolina que ha generado largas filas de vehículos en las estaciones de servicio.

Arce informó que se espera la descarga de aproximadamente 149 millones de litros de carburantes líquidos en la Terminal marítima Sica Sica en los siguientes días, lo que se estima podría ocurrir entre el 28 y 29 de mayo, considerando el comportamiento del mar y su impacto en la costa.

Por otro lado, el mandatario reveló que Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB) ya no tendrá autorización para utilizar activos virtuales, en un intento por evitar la especulación en el precio del dólar. Esta decisión se tomó a través del Decreto Supremo 5399, con el objetivo de reducir la fase “especulativa” que ha afectado el tipo de cambio en los últimos días.

Además, el Gobierno boliviano ha desplegado más de 1.480 uniformados en las fronteras del país para reforzar los controles al contrabando de productos alimenticios de primera necesidad. Se ha implementado un nuevo sistema digital de guías de movimiento del Senasag para supervisar el transporte de animales vivos y alimentos.

En cuanto a medidas económicas, se ha diferido el gravamen arancelario al 0% hasta el 31 de diciembre de este año para la importación de pollitos bebé, insumos sanitarios, vitaminas y vacunas. También se ha establecido la importación con arancel del 0% para los aditivos e insumos necesarios para la producción e industria del aceite.

El ministro de Hidrocarburos, Alejandro Gallardo, anunció que se regulará la venta de gasolina a vehículos convertidos a Gas Natural Vehicular (GNV), ya que se ha descubierto que están cargando más gasolina de lo necesario para revenderla a precios especulativos. Se implementará la zonificación y sectorialización de la venta de diésel y gasolina en bidones para evitar la especulación y reventa de combustible.
El Gobierno boliviano ha tomado decisiones contundentes para asegurar el suministro de combustible, combatir la especulación y reforzar los controles fronterizos para evitar el contrabando de productos alimenticios.

El aumento desmesurado en el precio del aceite vegetal y su escasez en diferentes regiones del país preocupa a la población boliviana.
La situación de escasez y aumento de precios del aceite vegetal en Bolivia ha generado inquietud a nivel nacional, con regiones como Tarija, Santa Cruz y La Paz experimentando significativos incrementos en los precios y dificultades en el abastecimiento del producto.
La escasez y el aumento desmesurado en el precio del aceite vegetal están generando inquietud a nivel nacional en Bolivia. En la región de Tarija, por ejemplo, el litro de aceite Fino se está comercializando entre 25 y 28 bolivianos en los mercados locales, mientras que en las tiendas de la Empresa de Apoyo a la Producción de Alimentos (Emapa) se puede adquirir a un precio regulado de 14 bolivianos por litro, aunque con restricciones en las ventas.

En respuesta a esta situación, se han observado largas filas desde tempranas horas de la madrugada en los puntos de venta de Emapa, donde los consumidores se ven obligados a comprar el producto en combo, consistente en dos litros de aceite más un cereal por 37 bolivianos, según testimonios recogidos por Tarija Conecta. Además, se ha informado que la empresa estatal ha decidido reducir la cantidad máxima de aceite por persona de tres a tan solo dos litros.

Este escenario no se limita únicamente a Tarija, ya que en Santa Cruz, reconocida como la principal región productora de soya y sede de las principales industrias aceiteras del país, el precio del aceite refinado ha experimentado un aumento significativo, pasando de 14 a 20 bolivianos por botella de 900 mililitros en tan solo una semana. En La Paz, tanto en mercados como en supermercados, los precios superan los 22 bolivianos por litro, y el aceite a granel prácticamente ha desaparecido del mercado.

Ante esta creciente demanda y el constante incremento en los precios, el Gobierno Nacional ha anunciado que regulará las ventas a través de Emapa, con el objetivo de asegurar una distribución equitativa del producto. De acuerdo con datos oficiales, la venta de aceite se ha triplicado en los últimos días, lo que ha generado preocupación por una posible escasez generalizada en el país.

En medio de este panorama, la percepción entre la población es cada vez más palpable, manifestándose una sensación de insostenibilidad ante la falta de acciones concretas por parte del Gobierno para garantizar el suministro de un producto básico en la alimentación de las familias bolivianas. La presión crece en la sociedad, que se muestra cada vez más exigente en la búsqueda de soluciones urgentes para hacer frente a esta problemática que afecta a la población en su día a día.
Ante la creciente demanda y los altos precios, la población boliviana espera acciones concretas por parte del Gobierno para garantizar el suministro de un producto básico en la alimentación de las familias del país.

La subida de los insumos para la elaboración del pan ha generado preocupación en el gremio de panificadores.
El sector de panificadores enfrenta una crisis debido a la subida de los insumos necesarios para la elaboración del pan, lo que ha llevado a líderes como Dilbert Flores a exigir soluciones concretas para garantizar la viabilidad de las panaderías en el país.
El sector de panificadores se encuentra en medio de una crisis provocada por la subida desmedida de los insumos necesarios para la elaboración del pan, lo que ha generado gran preocupación y molestia entre los líderes de este gremio. En este contexto, Dilbert Flores, dirigente de los panificadores, ha expresado su descontento por la falta de soluciones efectivas para abordar esta problemática que impacta directamente en la producción y comercialización del pan en el país.

Flores no dudó en cuestionar fuertemente a ciertos concejales que, según sus declaraciones, promueven ferias del pan y ofrecen precios bajos sin contar con un respaldo normativo que regule estas prácticas. En este sentido, el dirigente enfatizó la necesidad de establecer normativas claras que regulen la comercialización de productos panificados para evitar distorsiones en el mercado y garantizar condiciones equitativas para todos los actores involucrados.

Asimismo, Flores señaló al Gobierno nacional como responsable de la crisis que atraviesa el sector de panificadores y confirmó la continuidad del paro como medida de presión para exigir soluciones a esta situación. En sus declaraciones, el dirigente subrayó la importancia de evaluar posibles salidas y soluciones que permitan afrontar los desafíos actuales y garantizar la viabilidad de las panaderías en el país.

En cuanto a la propuesta de subvención como alternativa, Flores rechazó esta opción al considerar que el Estado se encuentra en una situación de crisis que dificulta la implementación efectiva de este tipo de medidas. Además, advirtió sobre la falta de abastecimiento de la supuesta subvención, argumentando que esto no resolvería los problemas estructurales que enfrenta el sector de panificadores en la actualidad.

Ante este panorama incierto, los panificadores se mantienen firmes en su postura de exigir soluciones concretas por parte de las autoridades competentes y continuarán en pie de lucha hasta lograr mejoras significativas que permitan garantizar la sostenibilidad de sus negocios y la calidad de los productos que ofrecen a la población. La situación sigue en desarrollo y se espera que en los próximos días se puedan definir acciones concretas para abordar esta crisis que afecta a un sector tan importante para la economía nacional.
Ante la falta de respuestas efectivas por parte de las autoridades, los panificadores continúan en pie de lucha para exigir medidas que permitan afrontar los desafíos actuales y garantizar la sostenibilidad de sus negocios.

El conflicto entre panificadores y población tarijeña por el incremento del costo del pan desata una crisis en la ciudad.
El debate sobre el precio del pan en Tarija ha generado tensiones entre panaderos, autoridades y ciudadanos, desencadenando un paro y medidas de contingencia para garantizar el acceso a este alimento básico.
El precio del pan en la ciudad de Tarija ha desencadenado una intensa controversia durante los últimos días, generando un clima de tensión social. La propuesta del sector panificador de elevar el costo del pan de 1 a 2 bolivianos por unidad ha provocado un rechazo generalizado por parte de la población y las autoridades locales. Como respuesta a esta medida, los panificadores han iniciado un paro de seis días, lo que ha ocasionado largas filas en las panaderías, malestar en los barrios y una inmediata intervención por parte del Gobierno Municipal para prevenir la escasez de este alimento básico.

Ante esta coyuntura, el alcalde de Tarija, Johnny Torres Terzo, ha puesto en marcha un plan de contingencia para paliar la situación. Ha habilitado los cinco Centros de Autoempleo y Producción (CAP) con el fin de que los habitantes de los sectores periféricos puedan elaborar pan de forma autogestionada, como una solución provisional. Sin embargo, se estima que esta medida apenas cubrirá el 20% de la demanda total de pan en la ciudad.

Este conflicto ha puesto de manifiesto la discrepancia en torno al elevado costo de la harina, la cual actualmente supera los 500 bolivianos por quintal. Los panificadores argumentan que trabajan a pérdida, ya que en Tarija no se dispone de harina subvencionada debido a la decisión del sector de no utilizar la oferta gubernamental, que se considera de baja calidad. En su lugar, prefieren importar harina argentina, a pesar de los mayores costos que esto implica.

Desde el Concejo Municipal se ha respaldado la solicitud de los panificadores de establecer un arancel cero para la importación de harina, con el fin de facilitar el acceso a insumos a menor precio. El concejal Daniel López ha señalado que esta problemática no solo afecta a Tarija, sino que es un tema nacional, destacando la necesidad de una respuesta colectiva por parte de las autoridades.

El alcalde Torres ha propuesto varias alternativas para abordar esta crisis, entre las que se incluye la gestión de la liberación de aranceles para importar harina, la solicitud de un cupo semanal de harina subsidiada y la posibilidad de afiliarse a la Confederación Nacional de Panificadores Artesanos de Bolivia para acceder a productos subvencionados. Estas propuestas serán discutidas en una reunión programada para el 22 de mayo, en la que participarán panificadores, vecinos y autoridades locales.

A pesar de la suspensión temporal del paro por parte de los panificadores, la preocupación sigue latente en la población de Tarija debido al encarecimiento de los productos de primera necesidad. Mientras tanto, se espera que las negociaciones en curso entre las partes involucradas conduzcan a una solución definitiva que garantice el acceso equitativo al pan, un elemento crucial en la dieta diaria de los habitantes de la ciudad.
A pesar de las propuestas y negociaciones en curso, la incertidumbre persiste en Tarija en torno al precio del pan y la disponibilidad de harina, lo que exige una pronta solución para evitar una crisis alimentaria en la ciudad.

Manifestantes exigen soluciones para la crisis en el Hospital Virgen de Chaguaya.
Instituciones y organizaciones de Bermejo se han manifestado frente a la Gobernación para exigir la contratación de personal de salud en medio de una crisis que ha dejado a la población desamparada. La falta de contrataciones ha generado tensiones y un bloqueo como medida de presión.
Diversas instituciones y organizaciones provenientes del municipio de Bermejo, situado en el departamento de Tarija, se han congregado frente a la Gobernación para llevar a cabo un bloqueo como forma de protesta. La razón detrás de esta manifestación radica en la ausencia de contratación de personal en el sector de la salud. Los manifestantes alegan que, debido a la crisis económica, no se han realizado contrataciones de personal de salud, lo que ha dejado a la población en una situación de desamparo.

Modesto Velasco, representante del sector, expresó su pesar por la situación crítica que atraviesa el Hospital Virgen de Chaguaya, señalando la necesidad de llevar a cabo este bloqueo como medida de presión. Velasco hizo hincapié en la importancia de mantener los ítems destinados a la Gobernación para garantizar la atención en salud en la región.

Además, durante la protesta se ha responsabilizado al gobernador Óscar Montes por cualquier consecuencia derivada de la falta de atención en el sector de la salud. Los manifestantes han exigido la presencia inmediata del gobernador para abordar esta problemática, destacando que es su obligación velar por el bienestar de la población y garantizar los servicios de salud adecuados. En caso de no recibir una respuesta satisfactoria, no descartan intensificar las medidas de presión y ampliar la protesta.

La tensión en la región ha aumentado ante la falta de soluciones concretas por parte de las autoridades competentes, y la incertidumbre sobre el futuro de la atención sanitaria en el departamento de Tarija persiste. La comunidad espera que esta situación se resuelva de manera pronta y efectiva, priorizando el bienestar y la salud de la población afectada.
La comunidad de Bermejo espera respuestas concretas ante la falta de personal de salud en la región, y la incertidumbre sobre el futuro de la atención sanitaria persiste. La presión sobre las autoridades es alta y se espera una pronta solución a esta problemática.

Los panificadores de Tarija continúan en paro en busca de soluciones ante la crisis que atraviesa la industria panificadora en la región.
En medio de un paro, los panificadores de Tarija han decidido mantener el precio del pan en 2 bolivianos hasta obtener respuestas concretas por parte del Gobierno nacional. La falta de acciones eficaces ha llevado a los panificadores a tomar medidas de presión para abordar la crisis que enfrenta el sector.
Los panificadores de Tarija han anunciado que continuarán manteniendo el precio del pan en 2 bolivianos, en medio de un paro que se extenderá hasta que el Gobierno nacional brinde una respuesta eficaz a sus demandas. Esta decisión, según los dirigentes del sector, surge como consecuencia de la falta de acciones concretas por parte de las autoridades nacionales para abordar la crisis que atraviesa la industria panificadora en la región.

Dilvert Flores, representante de los panificadores, expresó su preocupación por la falta de respuesta por parte del Gobierno, calificando la situación como “emergente” y atribuyendo la crisis a la supuesta incapacidad de las autoridades nacionales. Tras diversas movilizaciones, Flores destacó que finalmente se ha logrado captar la atención de las autoridades, quienes se comprometieron a encontrar una solución a la situación del sector.

En este sentido, luego de una marcha realizada el martes pasado y de reuniones con el Alcalde y el Concejo Municipal, se ha generado una expectativa positiva en cuanto a la posibilidad de alcanzar acuerdos beneficiosos para los panificadores. Aunque las competencias para resolver la problemática exceden las facultades del nivel municipal, se ha manifestado una disposición por parte de las autoridades locales de colaborar en la búsqueda de soluciones viables.

A pesar de estos avances, el sector panificador ha anunciado la convocatoria a un paro para el próximo domingo 28, respaldado por todos los panificadores de Tarija, como medida de presión para lograr que las autoridades nacionales aborden de manera efectiva sus demandas. Asimismo, se espera que el martes siguiente lleguen autoridades del ámbito nacional al departamento, con el objetivo de presentar propuestas concretas para solucionar la problemática.

En caso de que no se alcance un acuerdo satisfactorio durante estas gestiones, los panificadores han advertido que mantendrán el paro y seguirán ofreciendo el pan a 2 bolivianos, sin ofrecer la opción de pan a 1 boliviano. En palabras de Dilvert Flores, la situación persistirá hasta que las autoridades nacionales lleguen a un consenso definitivo en relación a la importación de harina, elemento clave para la producción de pan en la región.
A pesar de los avances logrados en las negociaciones, los panificadores de Tarija han convocado a un paro para presionar a las autoridades nacionales a abordar de manera efectiva sus demandas. La situación persistirá hasta que se alcance un acuerdo satisfactorio en relación a la importación de harina, elemento clave para la producción de pan en la región.

Demetrio Camacho lidera la lucha de los agricultores ante la crisis de precios que afecta al sector tomatero en la región.
Los productores de tomate de Tarija, encabezados por Demetrio Camacho, se encuentran en una situación crítica debido a los bajos precios de venta que han llevado a operar sin margen de ganancia. Ante esta realidad, Camacho ha hecho un llamado a establecer un precio mínimo para proteger los intereses de los agricultores.
Los productores de tomate de Tarija, representados por Demetrio Camacho, expresaron su profunda preocupación por la crisis de precios que enfrenta el sector, situación que ha llevado a los agricultores a operar sin margen de ganancia. Camacho, en un comunicado emitido ante los medios locales, hizo hincapié en la difícil realidad que están atravesando, señalando que el valor actual del tomate se sitúa en 50 bolivianos por caja, una cifra que apenas les permite recuperar la inversión inicial realizada en los cultivos.

“Estamos al límite, solo estamos recuperando nuestra inversión, no estamos ganando ni un centavo”, subrayó Camacho, reflejando la angustia de un gremio que se encuentra al borde de la rentabilidad. Además, hizo hincapié en la necesidad de cubrir otros gastos básicos, como alimentación, que se ven afectados por el alto costo de vida en la región. En este sentido, resaltó que, a pesar de producir tomate, los agricultores también deben adquirir otros productos de primera necesidad, cuyos precios se han disparado en los últimos meses.

Ante este escenario desafiante, los productores han planteado la urgencia de establecer un precio mínimo de venta en el mercado final como medida para proteger sus intereses y garantizar la sostenibilidad de la actividad agrícola en la zona. “Queremos estipular precios mínimos de venta en el mercado final, de manera que no permitamos que se comercialice tomate por debajo de los 50 bolivianos por caja”, advirtió Camacho, destacando la importancia de proteger a los agricultores de posibles pérdidas económicas y asegurar la viabilidad de sus negocios.

En este contexto, la propuesta de fijar un precio mínimo de venta en el mercado final se presenta como una medida crucial para salvaguardar el sector agrícola de Tarija y garantizar la estabilidad económica de los productores de tomate en la región. Ante la incertidumbre y los desafíos que enfrentan, los agricultores continúan presionando a las autoridades pertinentes para que se tomen medidas concretas que protejan sus intereses y les permitan seguir adelante en un contexto económico adverso.
La propuesta de fijar un precio mínimo de venta en el mercado final se presenta como una medida crucial para garantizar la estabilidad económica de los productores de tomate en Tarija y proteger el sector agrícola de la región.