
La justicia en la región del Trópico ha aceptado la competencia para conocer el caso que involucra a Ruth Nina, dirigente de Pan-Bol y figura cercana al expresidente Evo Morales. La líder es investigada por cargos de instigación pública a delinquir, amenazas y obstaculización de procesos electorales, derivados de declaraciones donde se refirió a la posibilidad de contar muertos en lugar de votos durante la jornada electoral.
El fiscal departamental de Cochabamba, Osvaldo Tejerina, confirmó que el juzgado de Shinahota ha ratificado su jurisdicción, lo que significa que el proceso judicial contra la aliada de Morales se desarrollará en esa zona, conocida por su fuerte apoyo al exmandatario.
Anteriormente, Nina había sido convocada a declarar ante la Fiscalía de Cochabamba, pero no se presentó. Su defensa argumentó que el caso había sido previamente rechazado en el Cercado y remitido a un juzgado en Shinahota, solicitando por ello la anulación de la citación fiscal.
Sin embargo, el Ministerio Público rechazó la petición de cancelación y ha anunciado que volverá a convocar a la dirigente de Pan-Bol, aunque la fecha para esta nueva citación aún no ha sido definida.
Por su parte, Nina ha sostenido su inocencia, denunciando lo que considera excusas para proceder a su aprehensión. Ha manifestado su disposición a presentarse ante cualquier acción judicial, al tiempo que exige una nueva notificación y que todas las investigaciones sean remitidas formalmente a Shinahota. La dirigente ha insistido en que el proceso es totalmente ilegal, amparándose en el derecho a la libertad de expresión y opinión, y negando haber cometido delito alguno.
Las acusaciones se originan en declaraciones emitidas por Ruth Nina semanas atrás, durante un evento político en Lauca Ñ, en el marco de actividades del movimiento afín a Evo Morales. En esa ocasión, la dirigente de Pan-Bol advirtió a las autoridades electorales que, si no se permitía la participación del líder cocalero en los comicios previstos para el 17 de agosto, ese día no se contabilizarían votos, sino muertos.
Nina enfatizó la determinación de las organizaciones sociales, particularmente de Pan-Bol, que según ella nace desde los Yungas, de preferir dar sus vidas antes de permitir la imposición de candidatos de la derecha. En sus palabras, el tribunal electoral y el Gobierno, en lugar de contar sufragios, tendrían que contar fallecidos.
Cabe destacar que Nina, quien en años anteriores había expresado críticas hacia Morales, se ha posicionado recientemente como una defensora de la fallida candidatura del exmandatario. Asimismo, ha demandado el reconocimiento de Pan-Bol, una agrupación política cuya personería jurídica fue retirada tras no haber alcanzado el porcentaje mínimo de apoyo requerido en las elecciones generales de 2020