
La selección boliviana de fútbol se encuentra en una encrucijada crucial a pocas jornadas de la conclusión de las Eliminatorias Sudamericanas para el Mundial 2026. En este contexto, varios de sus integrantes, incluidos Borís Céspedes y Ramiro Vaca, están bajo investigación por posibles casos de dopaje, lo que representa un desafío significativo para el combinado nacional justo antes de sus próximos compromisos.
Borís Céspedes, quien actualmente juega en el fútbol suizo, ha reconocido la ingesta de una sustancia para mitigar los efectos de la altitud durante el partido disputado contra Uruguay en El Alto el pasado 25 de marzo. El jugador ha manifestado que el fármaco le fue administrado por personal médico de la propia Federación Boliviana de Fútbol (FBF), y que este contenía un componente prohibido. Estas pesquisas se suman a otras que se vienen desarrollando desde el año 2024, e incluso se han reportado situaciones similares en encuentros previos, como el disputado en La Paz contra Colombia.
Esta situación complica el panorama de Bolivia en su aspiración de cerrar las Eliminatorias con un rendimiento digno, ya que la ausencia de Céspedes y Ramiro Vaca, considerados pilares del equipo, es inminente. Ambos jugadores no estarían disponibles para los trascendentales encuentros frente a Colombia y Brasil, mientras se mantiene la expectativa sobre el avance de las investigaciones y los plazos que maneja la FIFA para la realización de las contrapruebas correspondientes.
Hasta el momento, no se han impuesto sanciones deportivas a la selección, dado que la normativa vigente establece la pérdida de puntos únicamente si el número de jugadores involucrados supera un umbral determinado. Por su parte, la Federación Boliviana de Fútbol ha indicado que, hasta el momento, no ha recibido ninguna notificación oficial o comunicación formal relacionada con estos incidentes