
Ante la creciente inquietud generada por la escasez de combustibles en diversas regiones del país, la Agencia Nacional de Hidrocarburos (ANH) ha reforzado significativamente sus mecanismos de fiscalización. Estas acciones han llevado a la inhabilitación de más de sesenta placas vehiculares únicamente en el departamento de Tarija, como parte de una iniciativa que ya afecta a más de cuatro mil vehículos a nivel nacional.
La entidad reguladora ha manifestado que estas medidas buscan contrarrestar la especulación y el desvío de carburantes. En el caso particular de Tarija, los vehículos afectados fueron identificados por haber cargado volúmenes de gasolina superiores a los cien bolivianos durante dos días consecutivos, sin que se presentara una justificación válida para dichas recargas.
Representantes de la ANH han explicado que el bloqueo de estas placas es una consecuencia directa de un control riguroso y constante, diseñado para asegurar la transparencia en la distribución de combustibles y prevenir operaciones ilícitas. La inhabilitación implica que los automotores sancionados no podrán acceder a servicios de abastecimiento en ningún surtidor del territorio nacional.
La Agencia ha reafirmado su compromiso de mantener e intensificar los operativos de supervisión en todas las estaciones de servicio. El propósito central es garantizar un suministro equitativo y, crucialmente, erradicar la venta ilegal que contribuye a la agudización de la escasez, impactando negativamente a consumidores y sectores productivos.
Esta serie de acciones por parte de la ANH se desarrolla en un escenario marcado por las persistentes filas en los puntos de venta de combustible y las quejas de los transportistas. Estos últimos han señalado una presunta falta de previsión y gestión gubernamental frente a la disminución en la producción de hidrocarburos. La medida de bloqueo de placas, aunque genera debate entre algunos usuarios, se postula como un precedente para regular el acceso al combustible en un momento crítico para la economía nacional.
La problemática de la disponibilidad de combustibles ha repercutido considerablemente en la dinámica económica de Tarija y en la vida cotidiana de sus habitantes. Sectores vitales como el transporte público, la actividad agrícola y el comercio se ven directamente afectados por la irregularidad en el suministro, lo que ha provocado incrementos en los precios de bienes y servicios esenciales. La ANH se encuentra bajo la presión de estabilizar el abastecimiento y mitigar las repercusiones económicas y sociales de esta coyuntura.
Si bien la ANH defiende la necesidad de estas disposiciones para combatir el contrabando y el agio, la implementación de controles tan estrictos ha suscitado un debate público. Usuarios y transportistas han expresado inquietudes sobre la transparencia en los criterios de bloqueo y han enfatizado la urgencia de soluciones estructurales a la escasez, más allá de las sanciones punitivas